Hora de rendir cuentas
Tras la jornada electoral judicial, se señalan fallos graves en la Coordinación de Comunicación Social de la Corte, encabezada por Jorge Ramos. El equipo es acusado de censura y falta de estrategia institucional

La Coordinación de Comunicación Social de la Corte, con recursos privilegiados, enfrenta críticas por su desempeño durante la crisis judicial y por prácticas que vulneran el derecho a la información.
/Guillermo Perea / Cuartoscuro
Concluyó la jornada electoral judicial y llegó el tiempo de los balances. Un área que debe explicar muchas cosas y rendir cuentas, es la desastrosa Coordinación de Comunicación Social de la moribunda Suprema Corte de Justicia de la Nación. A cargo de Jorge Ramos, con un presupuesto y herramientas envidiables, incluyendo un canal de televisión, ese equipo puede considerarse el mayor aliado de la 4T para sepultar al Poder Judicial que va de salida. Se dicen comunicadores y nunca pudieron hacerle entender a los ministros la importancia de comunicar. En lugar de voceros y operadores, sus integrantes se mimetizaron en la personalidad formalista, cerrada y distante de Norma Piña que tanto daño le hizo a la institución. Primero levitaron, después reprodujeron la victimización estéril de su jefa y al final acabaron apostando por la desvergonzada práctica de pedir, a periodistas y medios, “bajar notas”, no llevarlas o modificarlas para no incomodar a su patrona, la ministra sepulturera de la Corte. Así, con la ayuda de sus comunicadores de opereta para violentar el derecho humano a la información que deberían proteger, e insultando a la prensa con sugerencias censoras, se apaga la etapa del Tribunal Constitucional.