Jugar con fuego
En Morena están apareciendo casos en los que los intereses personales podrían poner en aprietos a la 4T
Simpatizantes de Morena en un mitin
/Foto: Especial
Acostumbrados a actuar como caciques, en la 4T hay quienes están jugando con fuego. En su afán por controlar posiciones y candidaturas, para conservar privilegios como diría el clásico, están decididos a acaparar postulaciones para beneficio de sus incondicionales, aunque con ello arriesguen las posibilidades de consolidación y avance del proyecto. Quienes actúan así han encontrado en el argumento de las cuotas de género, una palanca para camuflar su vocación por el nepotismo que la presidenta Claudia Sheinbaum ya reprobó. Casos concretos de este problema son el de San Luis Potosí, donde ya se vislumbra un rompimiento con el Partido Verde del que nadie saldrá ganando; Nuevo León, donde la necedad y la ambición personales arriesgan la posibilidad real, que tiene Morena, de ganar una gubernatura clave y desinflar a Movimiento Ciudadano, e Hidalgo donde de forma incomprensible, se arriesga la continuidad en una entidad donde el partido guinda es la fuerza política dominante, pero podría sucumbir si la ambición provoca una división. El asunto es tan delicado y está tan monitoreado en el alto mando, que más de uno espera un manotazo navideño sobre la mesa.