Malos ratos
Esta no ha sido la semana de Hugo Aguilar, ministro presidente de la Suprema Corte, quien en estos días ha vivido momentos complicados
Hugo AguilarOrtiz, ministro electo de la SCJN
/Moisés Pablo Nava
Una semana complicada vivió el ministro presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar Ortiz. Primero cayó en la que parece una trampa preparada por alguien. Lo llevaron a la UNAM supuestamente para dictar una conferencia académica y se encontró con un auditorio sumamente hostil, de jóvenes y funcionarios que no lo cuestionaron, más bien lo increparon, lo acusaron de demagogo y hasta lo persiguieron reclamándole su renuncia, en la Facultad de Derecho. Después, en la supuesta seguridad del Pleno que preside, Aguilar sufrió un severo revés profesional cuando la mayoría de sus compañeros ministros derrotaron, con claridad, su propuesta de revisar sentencias previas de la propia Corte derivadas de resoluciones desempatadas con votos de calidad. La propuesta del ministro Aguilar, que parecía un diseño especial para quedar bien con la Consejería Jurídica de la Presidencia, provocó bastantes reacciones negativas en todo el país en los días previos, pues implicaba desconocer el principio de cosa juzgada. Los ministros, incluidos Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Giovanni Figueroa, dejaron en claro que acceder a eso era abonar a la inseguridad jurídica al poner en tela de juicio la solidez de todas las resoluciones existentes. Así, el ministro indígena salió derrotado para terminar una semana negra, y el principio de cosa juzgada quedó a salvo, al menos por ahora.