Reforma electoral

24 de Septiembre de 2025

Reforma electoral

Lo que viene en materia electoral es de primer orden, pero no precisamente porque desde su nueva comisión, Pablo Gómez vaya a ser el arquitecto del nuevo modelo

Pablo Gómez

Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de México, durante la conferencia “Mañanera del Pueblo” desde Palacio Nacional.

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FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de México, durante la conferencia "Mañanera del Pueblo" desde Palacio Nacional.
FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

Por otra parte, lo que viene en materia electoral es de primer orden, pero no precisamente porque desde su nueva comisión, Pablo Gómez vaya a ser el arquitecto, en solitario, del nuevo modelo que parece estar en vías de construcción. Además de la batalla por la representación proporcional, mal enfocada y mal analizada históricamente, y la reducción del subsidio a los partidos, la clave de lo que viene es la batalla del centralismo contra el federalismo electoral histórico, aunque venido a menos por impulso de los panistas y los perredistas desde 2014. Esto implicaría suprimir a los llamados OPLES (Organismos Públicos Locales Electorales), que son los institutos y los tribunales electorales locales, y quitar a los estados la facultad de organizar sus elecciones municipales y estatales, además de sus consultas. El argumento será ahorrar y evitar duplicidad de funciones. Desde ahora se pude anticipar que ni habrá ahorro significativo, ni se evitará ninguna duplicidad porque no existe, pero si se perderá desarrollo político local, las entidades federativas y los municipios perderán autonomía, y el INE que subsista será una institución afectada por el gigantismo, la ineficiencia y el exceso de responsabilidades locales, que se atenderán mal, desde el centro del país.