Volver al pasado

11 de Agosto de 2025

Volver al pasado

Los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump cobrarán factura a las economías a nivel global, incluida la estadounidense

Trump abandonará la Cumbre del G7

El presidente Trump ya no celebrará una serie de reuniones que tenía agendadas en el marco de la Cumbre del G7.

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NICHOLAS KAMM/AFP

Circula un dato que resulta ilustrativo de los tiempos que se viven en el mundo. A partir de la entrada en vigor, ayer, del nuevo paquete de aranceles fijados por medio de dos órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump la semana pasada, los Estados Unidos tienen ya el nivel arancelario más elevado de los últimos cien años.

En el mundo de las economías cerradas esto no era un problema sino una consecuencia del modelo económico que estaba vigente. En una economía abierta e interconectada, como la que se empezó a construir globalmente en 1947 con la primera versión del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), por iniciativa precisamente de los Estados Unidos, la regresión no será ni simple ni gratuita. La economía global lo resentirá y lo expresará en menor crecimiento y en mayor inflación, en detrimento de los consumidores, porque ese es el resultado del proteccionismo arancelario. Estados Unidos no será la excepción porque, a diferencia del pasado, ahora es el primer promotor de los aranceles.