Las mafias, detrás de peleas de perros

6 de Mayo de 2024

Las mafias, detrás de peleas de perros

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Aguascalientes es sede de competencias mundiales, además se practican en CDMX, Michoacán, Puebla, Coahuila, Veracruz, San Luis Potosí y BCS

600 x 364 PORTADAwEB PERROS ES DE INTERÉS El martirio canino rumbo al campeonato Senado prohíbe peleas de perros

Juan Carlos Rodríguez

En los últimos años la organización de peleas de perros creció en el país, y el crimen organizado ha sido el principal beneficiado de los miles de dólares que genera. Usa estas competencias para promover apuestas y paralelamente operar el tráfico de drogas, la pornografía infantil y la trata de personas.

La semana pasada, el 8 de diciembre, la Cámara de Diputados aprobó una reforma penal que no sólo castiga a todos los involucrados en la cadena de esta actividad clandestina, sino que representa un golpe a la delincuencia organizada que está detrás de dichos espectáculos.

Verónica Delgadillo García, diputada federal por Movimiento Ciudadano y una de las principales impulsoras de la iniciativa, aseguró que en las redadas que se realizan no sólo en México, sino en Estados Unidos, Centroamérica y Europa, se ha descubierto tráfico de drogas y armas, trata de personas y hasta pornografía infantil.

En entrevista, la legisladora dijo que las riñas de perros son un fenómeno que se incrementó en México desde 2007, año en que fueron prohibidas en Estados Unidos, lo que provocó la migración de los competidores hacia territorio nacional.

“Las peleas de perros están claramente identificadas como actividades que realiza el narcotráfico o incluso organizadas por la mafia, como ocurre en Italia y Rusia, a pesar de que en uno están prohibidan y en otro permitidas, por lo que se considera importante que sea reconocida esta práctica como delincuencia organizada”, refiere el dictamen que adiciona el artículo 419 Bis al Código Penal Federal.

Antón Aguilar, director ejecutivo de Humane Society International, organización que comenzó a alzar la voz sobre las peleas de perros en México, dijo que “hay vínculos estrechos entre peladores de perros y narcotraficantes”, y añadió que uno de los cárteles más activos en estos espectáculos clandestinos es el de Los Zetas.

Promotor de la penalización de las peleas, Antón Aguilar dijo que las ganancias ascienden a decenas de miles de dólares, lo que las vuelve altamente rentables para la delincuencia organizada. Agregó que la logística para estos eventos es de elevada secrecía, pues las convocatorias son encriptadas y sólo se puede acudir por invitación de alguien involucrado.

Debido a que, a escala mundial, las crías que se cotizan más caro en el mercado negro son las de aquellos perros que fueron campeones en la Convención Internacional de Aguascalientes, las autoridades temen que México se haya convertido en la sede principal de estas competencias.

Por tal motivo, desde el año pasado se han montado retenes y operativos especiales para identificar a peleadores de perros, sobre todo durante los días de la Feria Internacional de San Marcos (abril-mayo), que es cuando la atención policial se concentra en los turistas y existe mayor posibilidad de un evento clandestino.

Ana Victoria Zavala, dirigente de la organización Amigos Pro Animal, refiere que, si bien no ha sido posible capturar en flagrancia a los organizadores de peleas, sí es frecuente encontrar en las calles a perros, tanto de la raza Pitbull como criollos, que presentan heridas profundas como las sufridas en una competencia. Muchos de ellos, agrega, tienen que ser sacrificados por la gravedad de las mismas o porque su temperamento los vuelve un peligro para la población.

De acuerdo con el dictamen de los diputados, también existen denuncias y se han exhibido casos de peleas de perros en zonas como el Bosque de Chapultepec, específicamente en la segunda y tercera secciones. Lo mismo ocurre en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuajimalpa, de la Ciudad de México, actividad que se replica en entidades como Michoacán, Puebla, Coahuila, Veracruz, San Luis Potosí y Baja California Sur.

En todos los casos, las peleas se organizan por medio de convocatorias que se lanzan de forma camuflada, a través de anuncios cifrados en los periódicos, foros, chats o vía telefónica; si existe la menor sospecha de que el evento ha sido detectado por la policía, se suspende automáticamente.

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