Este 2024 (año bisiesto) es un año especial. Gracias a su duración de 366 días —un día más que los años no bisiestos—, guarda un especial interés.
Pero, ¿qué pasaría si contáramos todos los años de 365 días, omitiendo los años bisiestos? Para responder esta pregunta es necesario recordar el motivo de la existencia de los años con un día más.
Y es que el tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta completa al sol es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos. Estas son las horas sobrantes que conforman un día después de un lapso de cuatro años, y de no tomarlas en cuenta, se desajustarían los eventos estacionales como los fenómenos astronómicos.
Así lo explicó el doctor Bob Craddock en un artículo publicado en National Air and Space Museum: “Si no tuviéramos en cuenta este tiempo extra, las estaciones empezarían a cambiar. Esto sería molesto, si no es que devastador, porque durante un período de aproximadamente 700 años, nuestros veranos, que esperamos que sean en junio en el hemisferio norte, comenzarían a ocurrir en diciembre”.
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Otros eventos que también terminarían desalineados incluyen la planificación de cultivos y la regulación del clima.
De esta forma es que se “incluye” un día extra cada cuatro años, pero cabe destacar que las casi seis horas que “sobran” de la trayectoria de nuestro planeta alrededor del sol no conforman un día exacto después de cuatro años. En realidad, esta medida aumenta cerca de 44 minutos el calendario tal como lo conocemos.
Por este motivo también existen excepciones al año bisiesto. La regla especifica que si un año es divisible por 100 y no por 400, se omite el año bisiesto, lo que elimina los años de 366 días innecesarios.
Bajo esta regla, se espera que la próxima excepción al año bisiesto sea en 2100.
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