Después de observar la cantidad de personas que utilizan lentes, me di a la tarea de asomarme a la historia de este accesorio que pasó de ser una necesidad a un objeto de moda.
Aquí mis hallazgos:
Mucho antes de nuestra era, las primeras búsquedas trataban de resolver problemas de vista como la miopía y la presbicia (también conocida como vista cansada). Aristóteles, en el 300 AC, es el primero en mencionarlas en un cuadernillo donde anotaba lo concerniente a la medicina, la ética y la filosofía natural llamado “Problemata”. Sin embargo, hubo que esperar varios siglos antes de conocer correcciones reales a estos defectos oculares.
En un principio, las soluciones no se trataban de lentes en sí, sino de pequeños trucos para descansar los ojos. Primero se utilizó el agua de aciano, de iris o de rosas. El hecho de masajear los ojos con estas lociones o cremas, permitían que los ojos reposaran y mejorara levemente la visión.
Séneca, en el 100 AC, empieza a utilizar globos de vidrio llenos de agua para aumentar los caracteres de los manuscritos. Podríamos decir que su astucia casi lo hace el inventor de la lupa. Más tarde, Plinio el Viejo relata algunos detalles interesantes sobre la vida del emperador Nerón, quien en el siglo I, mira los juegos del circo o los combates entre gladiadores a través de esmeraldas. Aunque se ignora si éstas corregían su vista, o si sólo atenuaban la blancura de la arena, protegiéndole los ojos.
A partir del 280 DC, el matemático Euclides estudió diferentes elementos a fin de conocer sus propiedades ópticas, creando las primeras lentes; pero las pruebas no fueron concluyentes y hubo que esperar hasta la Edad Media para ver las primeras piedras correctoras de visión.
Alrededor del año 1000 DC, el físico persa Alhazen estudia el poder de lentes más gruesas y describe diferentes formas. Si bien no logra avances en su época, sus observaciones sirven para los futuros científicos.
En 1270, se fabrican piedras para leer, los primeros ancestros verdaderos de la lupa.
Roger Bacon fue un científico que retomó el trabajo de Alhazen en el siglo XIII. Nadie sabe si Alessandro Spina es el primer inventor de los lentes o si tuvo oportunidad de inspirarse en el trabajo de Bacon, pero fue el primero en fabricar y distribuir varios pares entre sus allegados y montó varios talleres donde enseñaba cómo hacer anteojos con monturas y lentes. Para el siglo XV, ya se hacían lentes de berilio, incoloro y transparente, y se ajustaban sobre madera, cuerno o hueso. Pero hasta ese entonces sólo se corregía la presbicia.
En el siglo XVIII, un inventor inglés agregó los brazos a las monturas de los lentes, que para entonces ya corrigen también la miopía, con lentes cóncavas. En 1796, Pierre-Hyacinthe Caseaux, en Francia, moderniza los anteojos con monturas hechas con alambre de metal, lo que los hace no sólo más finos y ligeros, sino también más prácticos y tienen un éxito rotundo.
En el siglo XIX, gracias al trabajo de Thomas Young y de Louis Émile Javal, aparecen los primeros lentes para astigmatismo. Poco a poco se corrigen más patologías, como la hipermetropía.
A principio del siglo XX comienza a utilizarse el plástico en la fabricación de los lentes, lo que permite que varíen formas y colores, dando paso a que éstos se conviertan en un accesorio no sólo médico sino de moda.
@didiloyola