Entre 2020 y 2022 aumentó el número de programas sociales que tienen un cumplimento de metas “destacado” y “adecuado”; no obstante, acciones como Sembrando Vida, Universidades para el Bienestar Benito Juárez y La Escuela es Nuestra están entre los programas con el peor desempeño en lo que va del sexenio. Esto de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En su Análisis sobre el cumplimiento efectivo de metas de los programas y acciones sociales 2022, publicado este lunes, el órgano evaluador detectó que el número de programas con desempeño positivo subió de 60 en 2020 a 82 en 2022, en tanto que los mal calificados (“bajo” y “deficiente”) se redujeron de 51 en la primera evaluación a 44 en la segunda.
Sólo en 2022, de 116 programas analizados por Coneval, 27 tuvieron rendimiento “destacado”, 45 “adecuado”, 26 “bajo” y 18 “deficiente”.
En esta última clasificación que se encuentran las Universidades para el Bienestar, el Programa de Abasto Rural Liconsa, Precios de Garantía a Productos Básicos, La Escuela es Nuestra y el Programa de Vacunación.
Según la metodología de Coneval, los programas y acciones clasificados como deficientes “exhiben baja consistencia entre sus objetivos y los indicadores establecidos para la medición de su cumplimiento”. Además de que muestran “no tener interés por continuar o mejorar su contribución en el desarrollo social”.
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El documento del Coneval —que analiza cumplimiento de metas, calidad de indicadores y congruencia entre diseño y problemática— también identificó 26 programas con desempeño bajo; esto equivale a 22% del total de acciones para el desarrollo social del gobierno federal.
En este rubro se encuentran programas como Sembrando Vida, Refugios para mujeres víctimas de violencia, Prevención y control de sobrepeso, obesidad y diabetes, Mantenimiento a infraestructura educativa y Producción de libros y materiales educativos.
De los 116 programas analizados, 27 (23% ) tuvieron una evaluación “destacada”; programas como Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, IMSS-Bienestar y Programa de Becas Elisa Acuña forman parte de esta clasificación.
Entre los 10 programas sociales que absorben más presupuesto público, el peor calificado fue Subsidios para organismos descentralizados estatales (102 mil 088 millones de pesos), que maneja la SEP, con una evaluación “baja”.
Coneval señala que 58% del presupuesto federal destinado a desarrollo social (812 mil 171 millones de pesos) se invierte en 27 programas “destacados”; mientras que 12% del gasto (165 mil 835 millones) se canalizan a acciones catalogadas como “adecuadas”. En contraste, 23% de presupuesto para desarrollo social (324 mil 867 millones) se dirigen a 45 programas con desempeño “bajo”; en tanto que 6% (86 mil 937 millones) se orientan a 18 programas considerados “deficientes”. Las dependencias con más instrumentos ineficaces para el desarrollo social son la SEP (13 programas); la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader, siete), Salud (cinco) y Cultura (cuatro).
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