Misión cumplida: EPN

Foto | Jorge Villalpando / Eje Central

Jorge Villalpando | Eje Central

El Presidente bajó esas largas escaleras que dan del primer piso de Palacio Nacional al Palacio central donde lo esperaban cientos de informadores, camarógrafos y fotógrafos para escuchar su mensaje tras la recaptura, en Los Mochis, Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Flanqueado por el vocero de la presidencia Eduardo Sánchez y el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y acompañado por todo su Gabinete de Seguridad, el Presidente acomodó los micrófonos y con un rostro que esta vez sí reflejaba mucha satisfacción, comenzó su perorata sobre la detención del máximo narcotraficante del mundo, quien se (le) escapó hace casi seis meses de una prisión de máxima seguridad.

Y la que también lucía muy contenta era la procuradora Arely Gómez, quien se colocó junto al Secretario de la Defensa, el General Salvador Cienfuegos, quien era de los visiblemente menos contento se veía que el resto de los funcionarios públicos. Caso contrario el del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, responsable de que “El Chapo” Guzmán se haya fugado por un túnel de un kilómetro y medio; tenía cara de ya-la-salvé.

Durante el mensaje, de poco más de cinco minutos, Peña Nieto agradeció profundamente a las fuerzas armadas y a las de inteligencia por el trabajo en conjunto para lograr la recaptura del criminal “más peligroso del mundo”. Y sí, al Presidente se le veía muy contento. No perdió oportunidad para exhortar a retomar la confianza en las instituciones. Las palabras y los gestos mostraban esa felicidad luego de varios tropiezos que ha tenido su administración.

Peña Nieto golpeó efusivamente la espalda del General Cienfuegos al concluir su mensaje y le estrechó fuertemente la mano, luego volteó con Osorio Chong a quien le obsequió un abrazo discreto. Con el titular de la Marina, Vidal Francisco Soberón, se le vio agradecido, pues sus elementos lograron la captura luego de una inalcanzable búsqueda que se extendió casi seis meses, cuando Guzmán burló, en julio de 2015, la seguridad del penal de máxima seguridad del Altiplano para fugarse.

La alegría se extendió cuando el Presidente se acercó a la Procuradora Arely Gómez, quien lo recibió con los dos brazos y soltó una breve pero muy espontánea risa; igual que el Presidente, ella se mostraba feliz. Al final, Peña Nieto le aplaudió a todo su gabinete de seguridad y se trasladó a otro patio de Palacio Nacional, donde ya lo esperaban para una comida privada con cónsules y embajadores.

La alegría, por fin, volvió para Peña Nieto y su equipo de gobierno luego de tantos traspiés.