Para Morena, el estado de México representa un bastión simbólico por su relevancia política y el número de votos, por lo que, con un año de antelación, ya alista la estrategia para arrebatárselo al PRI en 2023.
“Lo que están reconociendo es la gran importancia que tiene el estado de México en términos simbólicos, porque nunca ha estado en manos de otro partido político que no sea el PRI desde que inició con el PNR, con el Partido Nacional Revolucionario”, explicó la investigadora Ivonne Acuña.
Pero la relevancia de la entidad más poblada del país también se mide en términos de votos, pues “es uno de los grandes bastiones junto con la Ciudad de México y Jalisco, y el último reducto del PRI, con Coahuila, por eso tiene una importancia simbólica de mucho peso”, prosiguió la académica de la Universidad Iberoamericana.
Luego de obtener cuatro de las seis gubernaturas en disputa el 5 de junio pasado, Morena se lanzó en la conquista del voto en el estado de México, que también fue el escenario para promover la imagen de los presidenciables: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el canciller Marcelo Ebrard; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Ante esto, Acuña previó que el PRI será incapaz de hacer frente a la estrategia implementada por los morenistas.
“El PRI, como marca, está hundido y lo más probable es que pierda las dos siguientes gubernaturas y se quede sólo con Durango (que ganó a través de Va por México); entonces, queda prendido con alfileres, porque si no fuera por Durango, sí creyéramos que va en franca decadencia y en camino a perder el registro en estados, en municipios, en distritos electorales, quedarían con muy menguada fuerza a nivel nacional, como la chiquillada”, advirtió.
“Está en su peor época, en sus peores momentos. Sí lo veo difícil que se recupere al punto de convertirse en un gran partido, como todavía con (el expresidente Enrique) Peña Nieto lo fue; sería parte de la chiquillada, se convertiría en estos partidos satélites”, pronosticó.
Los escándalos de corrupción de su dirigente nacional, Alejandro Moreno, afectan la imagen de la coalición de “Va por México”, por lo que el Partido Acción Nacional (PAN) podría replantear su continuidad en el proyecto, planteó la especialista.
“Él se debería de retirar, me parece, incluso voluntariamente, mientras se hace una investigación para no perjudicar más a su partido, pero no creo que tenga la intención”, dijo, “entonces, habrá que hacerlo directamente, que alguien de la alianza le pida al PRI, pues que se vaya”.
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