Pese a ser una de las agencias más antiguas desarrolladoras y consumidoras de tecnología de punta, y poderosas del mundo, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) es una de las más rezagadas en lo que se refiere a diversidad.
Fundada en 1958, fue hasta 20 años después (1978) que seleccionó por primera vez a un grupo que incluía afroamericanos, asiático-americanos y mujeres. Pero desde entonces, sólo 15 afrodescendientes y 12 hispanos han logrado llegar a la órbita con esta agencia.
Por este motivo, este año, la NASA lanzó el “plan de acción de equidad”, el cual forma parte de la iniciativa Misión Equidad. Esta acción contempla no sólo las acciones al interior del organismo, sino las sugerencias y señalamientos por parte de los ciudadanos estadounidenses.
Gracias a esta medida, y con la información recibida, la agencia aeroespacial aumentará el uso de contratistas y empresas de comunidades desatendidas, mejorará las subvenciones a esas mismas comunidades, utilizará datos socioeconómicos para ayudar a resolver algunos de los desafíos ambientales que enfrentan las comunidades desatendidas y ampliará el acceso a sus programas a personas con dominio limitado del idioma inglés.
Con esta iniciativa, señaló la NASA, se espera que aumente el número de estudiantes y astronautas afroamericanos e hispanos, dos de las minorías que más abandonan las carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). De tener éxito, se espera ampliar el acceso a otras comunidades en los próximos años.
La agencia confía contar pronto con mayor diversidad cultural entre sus astronautas.