El Menchito apela: por qué su defensa dice que el juicio no fue justo ¿Saldrá de prisión el hijo Nemesio Oseguera?

Rubén Oseguera González, más conocido como “El Menchito”, está en la cárcel más dura de Estados Unidos, condenado a pasar el resto de su vida entre rejas. En marzo de 2025, un juez federal le dictó una sentencia de cadena perpetua más 30 años por tráfico de drogas y uso de armas. Su crimen más grande, según la justicia estadounidense, fue ser el hijo del hombre más buscado: Nemesio “El Mencho” Oseguera, fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Pero la historia no terminó ahí. Ahora, “El Menchito” ha dado un paso legal para intentar recuperar su libertad. Su defensa presentó una apelación formal ante una corte federal en Washington D.C., pidiendo que se anule el veredicto o, al menos, que se repita el juicio. Su argumento central es claro: él no tuvo un juicio justo. Alega que desde el principio, por ser hijo de “El Mencho”, todo el sistema judicial ya lo daba por culpable.

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¿Por qué “El Menchito” dice que su juicio no fue justo?

Los abogados de “El Menchito” no discuten los cargos en sí, sino cómo se llevó a cabo el proceso que lo llevó a la cadena perpetua. En el documento de apelación, presentan tres problemas principales:

El peso de un apellido: La defensa argumenta que la enorme fama criminal de su padre, “El Mencho”, envenenó el juicio desde antes de empezar. Según ellos, la cobertura sensacionalista de los medios y la narrativa pública sobre el CJNG hicieron imposible que los jurados lo vieran como un acusado inocente hasta que se probara lo contrario.

Testigos “fantasiosos": El caso se armó, en gran parte, con testimonios de antiguos miembros de carteles rivales y un exjefe de escoltas de su propio padre. La apelación señala que estos testigos contaron historias dramáticas —como fiestas multitudinarias y ejecuciones— sin ofrecer pruebas concretas (fotos, documentos, videos) que las respaldaran. Su defensa los llama relatos “inverosímiles” y “fantasiosos” que no debieron ser admitidos.

Mensajes interpretados, no probados: Un agente de la DEA analizó mensajes de chat interceptados y le dijo al jurado que, en su opinión, “El Menchito” estaba detrás de ellos. La apelación critica esto, diciendo que fue una interpretación subjetiva que el juez no debió permitir, pues no hay prueba directa de que fuera él quien escribió esos mensajes.

¿Qué pasó en el juicio contra “El Menchito”?

Para entender la apelación, hay que recordar lo que sucedió en el tribunal. El juicio se realizó en septiembre de 2024 y fue rápido. “El Menchito” fue hallado culpable de dos delitos federales graves:

• Conspiración para distribuir cocaína y metanfetaminas hacia Estados Unidos.
• Uso de armas de fuego en conexión con el tráfico de drogas.

Antes de la sentencia, el gobierno le ofreció un acuerdo de delación: reducir su pena a cambio de información, posiblemente sobre su familia. Él lo rechazó porque, según los reportes, el trato requería que incriminara a su madre, Rosalinda González Valencia. Ese rechazo selló su destino hacia la pena máxima.

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¿Qué pide “El Menchito” ahora y dónde está?

La apelación no busca discutir si es inocente o culpable en este momento. Es un recurso técnico que busca tumbar el juicio anterior por errores procesales. Pide dos cosas a la Corte de Apelaciones:

• Que revocque la condena y lo libere.
• O, como alternativa, que ordene un nuevo juicio, esta vez con reglas más estrictas sobre las pruebas y testimonios admitidos.

Mientras se resuelve esto, “El Menchito” no está en cualquier prisión. Primero fue enviado a una cárcel de alta seguridad en Colorado. Pero poco después, sin previo aviso, fue transferido al temido ADX Florence, conocido como “El Alcatraz de las Rocosas”. Es la prisión de máxima seguridad absoluta de EE.UU., donde los reclusos pasan 23 horas al día en aislamiento en celdas de concreto. Su defensa alega que este traslado fue un castigo extra por ser quien es, ya que él no tuvo incidentes violentos en la cárcel anterior.

La apelación de “El Menchito” es más que un trámite legal; es el reflejo de un juicio donde la sombra de “El Mencho” fue tan grande que, según la defensa, opacó cualquier posibilidad de imparcialidad. El sistema judicial estadounidense enfrenta aquí una pregunta difícil: ¿hasta qué punto la notoriedad de un acusado puede invalidar un proceso?

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Por ahora, el hijo del líder del CJNG sigue en la prisión más dura del país, esperando que un panel de jueces federales decida si su juicio fue justo o si el nombre “Menchito” lo condenó desde mucho antes de que el jurado escuchara la primera prueba. El resultado sentará un precedente importante sobre cómo se juzga a los familiares de los narcotraficantes más poderosos. DJ