Ley de Aguas 2025: qué se aprobó, cómo afecta y cuáles son los cambios clave

La nueva Ley General de Aguas quedó aprobada este jueves 4 de diciembre de 2025, después de que el Senado avaló el proyecto impulsado por el Gobierno de México. La reforma reemplaza el marco vigente desde 1992 y redefine quién controla el acceso, uso y administración del recurso hídrico en el país.

A continuación se presentan los puntos confirmados y la información más relevante para quienes desean entender cómo impacta esta legislación.

¿Qué establece la nueva Ley General de Aguas?

El Congreso aprobó una legislación que reconoce el agua como un derecho humano y como un bien estratégico, lo que obliga al Estado a tener control total sobre su gestión.

La norma centraliza en la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la facultad exclusiva para otorgar, supervisar, modificar, revocar y reasignar concesiones y permisos. Ningún actor privado puede administrar o negociar derechos de agua sin autorización gubernamental.

Prohibición a la venta y transferencia privada de concesiones

Uno de los cambios más relevantes para el sector agrícola y productivo es que ya no se permite transferir concesiones entre particulares.

Las concesiones que dejen de utilizarse o que se hayan otorgado para un fin distinto al aplicado deberán regresar al Estado, que decidirá si las reasigna o extingue. El objetivo oficial es evitar el acaparamiento del agua y frenar el mercado informal que existía alrededor de estos títulos.

Nuevo Registro Nacional del Agua

La ley elimina el Registro Público de Derechos de Agua y crea el Registro Nacional del Agua, administrado por Conagua.

Este sistema concentrará toda la información sobre concesiones, volúmenes, disponibilidad, caducidades y reasignaciones. También permitirá verificar la legalidad del uso del recurso.

¿Qué pasa con las tierras agrícolas que incluyen derechos de agua?

Una de las principales dudas de productores y compradores de tierras es qué ocurre con los predios que contienen títulos de agua.

De acuerdo con autoridades federales, las tierras pueden venderse, heredarse o donarse, pero la concesión de agua no se transfiere automáticamente.

Quien adquiera la propiedad deberá solicitar a Conagua la asignación del volumen correspondiente y demostrar que lo destinará al mismo uso autorizado originalmente.

Sanciones más estrictas por mal uso del agua

La normativa incluye multas y penas para quienes:

Usen el agua con fines distintos a los autorizados.
Extraigan más volumen del permitido.
Alteren o contaminen cuerpos y corrientes de agua.
Realicen perforaciones irregulares o sin permiso.

El Gobierno sostiene que estas medidas buscan frenar la sobreexplotación y recuperar acuíferos en estado crítico.

¿Cómo afecta la nueva Ley General de Aguas a agricultores y pequeños productores?

El sector agrícola se mantiene como el grupo más preocupado por la reforma. Campesinos, organizaciones de riego y productores de estados del norte y centro del país señalaron tres inquietudes principales:

Incertidumbre sobre la reasignación de agua cuando se compran o heredan tierras.
Temor a perder derechos históricos, especialmente en zonas con acuíferos sobreexplotados.
Rechazo a la eliminación de la transferencia de concesiones, que antes permitía planear producción, riego y financiamiento.

A pesar de que el Gobierno introdujo más de 60 cambios tras mesas de diálogo, organizaciones mantienen advertencias de movilizaciones si consideran que la implementación afecta sus derechos.

¿Qué sigue tras la aprobación final en el Senado?

Con el aval del Senado este viernes 5 de diciembre, el dictamen pasará al Ejecutivo federal para su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación.

A partir de ese momento iniciará:

La instalación del Registro Nacional del Agua.
La revisión de concesiones vigentes para confirmar usos, volúmenes y condiciones.
La transición de trámites, incluidas solicitudes nuevas y procesos de regularización.

Conagua adelantó que publicará guías y manuales para orientar a ciudadanos, productores y empresas sobre cómo cumplir los nuevos requisitos.

Por qué esta la Ley de Aguas es importante para la población

La regulación del agua tiene efectos directos en:

Servicios domésticos y urbanos, como suministro en colonias con escasez.
Agricultura y ganadería, principales consumidores del recurso.
Industrias que requieren permisos para operar.
Comunidades rurales dependientes de manantiales y pozos.

El Gobierno afirma que la ley permitirá “poner orden” después de décadas de sobreexplotación, una afirmación clave ante los problemas de sequía y disponibilidad en varios estados.