¿Quién es José Francisco Arias, el padre buscador secuestrado en Irapuato? Esto se sabe

José Francisco Arias fue desaparecido mientras realizaba una labor que debería corresponder a las autoridades: la búsqueda de personas desaparecidas. No tenía cargos públicos ni vínculos con instituciones de seguridad; era un ciudadano, integrante de un colectivo y familiar de víctimas.

Desde hace años vivía con una herida que no cerraba: su hijo Miguel Ángel desapareció en 2022 y lo encontró muerto. Eso no lo detuvo. José Francisco decidió seguir, no solo por su familia, sino por las demás madres y padres que, como él, se aferran a una pala y una esperanza para encontrar a sus seres queridos en Guanajuato, uno de los estados más violentos de México.

Por eso lo conocían. Por eso lo respetaban. Y quizá, por eso lo mataron.

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El secuestro deJosé Francisco Arias y el asesinato de su hijo

El pasado 9 de junio, José Francisco Arias estaba en su casa, en la colonia Álvaro Obregón —conocida por sus habitantes como La Perdida—, en Irapuato. A las 8:30 de la noche, la tranquilidad del barrio se rompió: un grupo armado entró a su domicilio.

Antes de llevárselo, los sicarios le dispararon a su hijo. Lo obligaron a ver cómo le arrancaban lo que le quedaba de familia. Después, lo desaparecieron
No fue un robo. No fue una bala perdida. Fue un mensaje.

El caso de José Francisco Arias expone los riesgos que enfrentan quienes se dedican a la búsqueda de personas desaparecidas en México. Para muchos colectivos, esta labor se ha convertido en una actividad peligrosa, debido a intereses que buscan impedir que se localicen fosas clandestinas o se visibilicen las desapariciones.

El colectivo ‘Hasta Encontrarte’, al que pertenecía Arias Mendoza, manifestó su postura a través de un comunicado en redes sociales:
“Desaparecieron a un buscador del colectivo Hasta Encontrarte y antes de desaparecer matan a su hijo. Exigimos a las autoridades buscarlo con vida. ¡Ni un buscador más! Solo los buscamos porque los amamos”.

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• José Francisco, el hombre detrás del nombre

José Francisco tenía 54 años, cabello lacio, ojos alargados y tatuajes que contaban su historia:
– Un moño en el brazo izquierdo.
– Un cristo en la paleta izquierda.
– Un escorpión en la mano izquierda.
También cargaba cicatrices que no se ven: las del alma.

Actualmente, la ficha de búsqueda de José Francisco Arias circula en redes sociales, impulsada por colectivos y organizaciones que demandan su localización con vida. Su caso ha generado una nueva ola de exigencias hacia las autoridades, quienes reciben presión para garantizar seguridad a las personas dedicadas a labores de búsqueda.

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Su desaparición representa una muestra de los riesgos que enfrentan los familiares de víctimas en México. Diversos colectivos y activistas reiteraron la misma demanda: que buscar a una persona desaparecida no signifique poner en riesgo la propia vida. DJ