Morena es el partido más rentable desde el punto de vista político y económico. No sólo ganó cuatro de las seis gubernaturas que estuvieron en juego el pasado 5 de junio, sino que obtuvo los votos más “baratos”.
En Quintana Roo, por ejemplo, la campaña de la candidata de la alianza Morena-PT-Verde, Mara Lezama, invirtió 10.9 millones de pesos y cosechó 280 mil 357 votos, por lo que cada sufragio del triunfo le costó, en promedio, 39.1 pesos.
En el otro extremo que encuentra la alianza Verde-PT, que derrochó 8.5 millones de pesos en la campaña de Martha Cecilia Márquez al gobierno de Aguascalientes, para obtener sólo siete mil 280 votos, es decir, cada sufragio costó mil 174 pesos.
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Otro buen “negocio” para el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador fue la candidatura de Salomón Jara Cruz, al gobierno de Oaxaca, cuyo triunfo en las urnas le salió en 50.3 pesos por voto.
Otra victoria “barata” fue la del morenista Julio Menchaca Salazar, en Hidalgo, pues cada voto le salió en 56.6 pesos.
De acuerdo con la plataforma del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre Rendición de Cuentas y Resultados de Fiscalización, el abanderado de la alianza Morena-PT-Nueva Alianza gastó 37 millones de pesos en campaña y obtuvo 653 mil 181 sufragios.
En cambio, el partido que realizó una de las peores inversiones fue el PRI con la candidatura de Leslie Angelina Hendricks al gobierno de Quintana Roo, pues los 9.8 millones de pesos gastados en campaña apenas le sirvieron para cosechar 14 mil 758 votos, o sea, 665.1 pesos por apoyo.
De los gobernadores electos, el que gastó más recursos en campaña, según datos del INE, fue Américo Villarreal, quien ganó la elección en Tamaulipas bajo los colores de Morena-PT-Verde, al gastar 67.8 millones de pesos. En promedio, el morenista desembolsó 95.3 pesos por voto.
Le sigue el priista Esteban Villegas Villarreal, cuyo triunfo en Durango (de la mano del PAN y el PRD) implicó desembolsar 35.5 millones de pesos (106.8 pesos por sufragio).
De todos los candidatos que compitieron por una gubernatura, el más gastalón fue César Augusto Verástegui Ostos, de la alianza PAN-PRI-PRD, cuyo equipo de campaña desembolsó 77.2 millones de pesos, pero perdió la elección en Tamaulipas.
En tercer lugar (después de Américo Villarreal) se encuentra Carolina Viggiano, candidata del bloque opositor PRI-PAN-PRD al gobierno de Hidalgo, que gastó 39.5 millones de pesos, pero le resultó insuficiente ante la ola morenista.
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