Aquello era un sangrero

27 de Abril de 2024

Javier Alatorre

Aquello era un sangrero

JAVIER ALATORRE

El primer cuchillazo le entró por la mejilla derecha. El metal afilado rechino en la encía y le cortó de tajo dos muelas, el colmillo y un diente. El filo llegó hasta la lengua, la reventó y la desgarró. El ratero cambió el cuchillo hacia su mano derecha y lo metió caliente y manchado a su costado izquierdo, a una cuarta del ombligo.

Jorge tenía la boca llena de sangre, pero no se detuvo para enfrentar al asaltante y proteger a su mujer de los cuchillazos.

Él y su esposa decidieron viajar por la carretera hacia Oaxaca para acudir a un baile de graduación al lado del aeropuerto. “Salí de trabajar el viernes en la noche y me fui a la casa para subir las cosas a la camioneta. Es una Escape 2005, muy viejita pero buena para el camino. Subimos la maleta y otros bultos, una hielera y un escurridor de trastes para mi hija la mamá del graduado”.

Salieron de Ecatepec y casi a las dos de la mañana llegaron a Puebla. En la autopista rumbo a Oaxaca, Jorge y su mujer se toparon con una enorme piedra en el camino que les reventó una llanta y los sacó del camino.

“Bajamos a cambiar la llanta, y en eso estaba cuando se apareció un cabrón gritando. Le dije: ‘tranquilo’ y me soltó las cuchilladas. Yo nomás oí cuach y rodé a la cuneta. Me levanté para darle con un fierrito que traía en la mano, pero se me fue encima otra vez. Isela agarró la llave de tuercas y comenzó a darle fuerte. El cabrón le jalo la bolsa y se fue”.

Jorge y su mujer sobrevivieron al asalto en la carretera de Puebla y se convirtieron en estadística para la “cifra negra”, pues según el INEGI, el 94% de los delitos no se denuncia (Envipe 2016).

Jorge habla con dificultad y muestra, a quien se lo pide, el agujero por donde le sacaron una sonda para drenar el piquete.

Me dijo que la primera vez que lo asaltaron fue en un camión que lo llevaba de Naucalpan a Tacuba, donde le quitaron el dinero pero no dijo nada, ni siquiera a su mujer. El año pasado le abrieron su casa y se llevaron un refrigerador viejo, los cables y pedacería de cobre de una instalación eléctrica. A su hija, la más grande, la manosearon y robaron llegando a su casa en el Molinito de Naucalpan. Me dice que cuando se queja lo regañan.

A pesar de los regaños, Jorge sabe que la crisis de inseguridad en el país “no está en su mente”. El asaltado vive con su familia en Ecatepec, localidad mexiquense considerada la más insegura del país.

La encuesta sobre seguridad pública urbana del Inegi indica que 94 de cada 100 habitantes de Ecatepec se sienten inseguros. A esta cifra le siguen Villahermosa, Tabasco y Chilpancingo, Guerrero con 93 de cada 100 personas. A nivel nacional, 73 de cada 100 mexicanos consideran que su vida está en peligro.

Los transportistas también ofrecen cifras duras que le dan dimensión al crimen en las carreteras como en la que acuchillaron a Jorge y a su mujer.

La Cámara Nacional del Autotransporte de carga (Canacar) denuncia que los robos a las unidades de carga aumentaron 50 por ciento.

En los últimos meses de 2016 la Canacar reportó 70 mil atracos y hasta hoy nada indica que nuestras carreteras sean seguras. Los transportistas aseguran que las carreteras más peligrosas son las de Veracruz, Puebla y Guanajuato.

Las aseguradoras integradas en la AMIS denunciaron un fuerte aumento en el robo de autos en los primeros tres meses del año. Reportaron 21 mil 135 automóviles robados lo que significa un aumento de 33 por ciento. El Estado de México y Jalisco encabezan la lista de robo de autos.

El crimen organizado también cobra una cuota de miedo en varios estados. El reciente informe de la organización no gubernamental Semáforo Delictivo así lo demuestra. Dice que las ejecuciones del crimen organizado se han incrementado en 70% durante los tres primeros meses del año respecto a 2016.

La ONG contabiliza cuatro mil 322 ejecuciones y apenas vamos en abril. En el Seguro de Puebla le cocieron la lengua a Jorge. Me dice que después llegó un doctor y les gritó a los residentes que le quitaron los puntos. Como quiera, la lengua sanó sola.

Se dejó más largo el bigote para tapar el hueco que deja la ausencia de cuatro piezas dentales. Entre la endodoncia y los “postes” ha gastado más de 30 mil pesos y sigue chimuelo. La llanta y las reparaciones del Escape 2005 vendrán cuando se pueda o cuando el crimen se lo permita.

@Javier_Alatorre Conductor del noticiario estelar de Televisión Azteca.