Barrancas de Álvaro Obregón: Rescate en Curso

21 de Noviembre de 2025

Miriam Saldaña
Miriam Saldaña

Barrancas de Álvaro Obregón: Rescate en Curso

miriam saldaña.jpg

Miriam Saldaña

/

EjeCentral

En Álvaro Obregón, 320 viviendas viven al filo del abismo. Son casas asentadas en laderas inestables, rodeadas de taludes erosionados y latentes a procesos gravitacionales. En 2025, la alcaldía Álvaro Obregón ha vivido una paradoja poderosa: al mismo tiempo que recibió una de las precipitaciones pluviales más intensas, aunque no existen datos públicos oficiales que indiquen que esta alcaldía fue la que más agua recibió por lluvia, es innegable que las barrancas poniente están en el centro del debate ambiental y social este año.

Desde abril, la Alcaldía Álvaro Obregón puso en marcha un programa de saneamiento de barrancas: cuadrillas de unos 50 trabajadores limpian periodicamente cauces, taludes y laderas, enfrentando basura, cascajo y vegetación obstaculizadora. Según un boletín de la alcaldía, ya se han intervenido más de 3,700 m² de taludes, y se retiran entre 10 y 15 toneladas de residuos sólidos por día.La Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) ha respaldado estas labores con brigadas especializadas, incluso con rappel para acceder a zonas complicadas. Estas intervenciones no solo previenen taponamientos e inundaciones, sino que apuntalan un enfoque ecológico: las barrancas son mucho más que tuberías a cielo abierto: son micro sistemas naturales que regulan la temperatura, captan agua y recargan los mantos acuíferos, pues sus taludes actúan como receptores del agua de lluvia. Uno de los logros destacados es la recuperación de áreas de valor ambiental. SEDEMA informa que se han recuperado más de 2,425 m² de la barranca Becerra-Tepecuache, tras notificar a ocupantes irregulares y remover 184 m³ de residuos de 15 construcciones en zona de alto riesgo. Esta acción no solo restituye suelo verde, sino que es un acto de justicia social y ambiental: al liberar estas zonas, se reduce el riesgo para la población y se protege un entorno que aporta servicios esenciales a la ciudad. La coordinación no ha sido solo institucional: la alcaldía, vecinos y la Jefa de Gobierno han activado el programa de “Vigilantes de Barrancas” pertenecientes al Gabinete de Barrancas para involucrar a la comunidad.

En una sesión del Gabinete de Barrancas, se informó que desde abril se han retirado 3,867 toneladas de desechos de barrancas y cuencas. Además, se han conformado Comités de Vigilancia Ambiental Participativa, y en octubre se certificaron formalmente 106 vigilantes ambientales con credenciales de la PROFEPA, quienes trabajarán en vigilancia, restauración y reforestación. Sobre esos asentamientos irregulares, los reportes oficiales indican que SEDEMA logró recuperar terreno y retirar viviendas en zonas vulnerables: por ejemplo, en Barranca Becerra Tepecuache se retiraron 15 viviendas irregulares, lo que permitió la reconquista del área ecológica. La importancia de estas barrancas va más allá del paisaje: son parte fundamental de la “fábrica de agua” de la ciudad. Al limpiar y proteger sus cauces, no solo se evita que la basura forme diques naturales peligrosos, sino que se favorece la infiltración del agua en el subsuelo. Esto ayuda a recargar acuíferos, un bien cada vez más valioso en una ciudad tan densamente poblada. La Dirección de Áreas de Valor Ambiental es la instancia encargada de generar los planes de manejo de las barrancas, una responsabilidad que implica no solo diagnósticos y estudios, sino la coordinación de acciones que garanticen su conservación, restauración y revitalización.