Concluye la cumbre de los BRICS en Rusia con pocos resultados para Putin

12 de Noviembre de 2024

Hans-Dieter Holtzmann
Hans-Dieter Holtzmann

Concluye la cumbre de los BRICS en Rusia con pocos resultados para Putin

Fundación Friedrich Naumann

La Cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, fue crucial para Vladimir Putin en un contexto marcado por las sanciones tras la invasión de Ucrania. Putin utilizó la cumbre para proyectar a los BRICS como un contrapeso al G7, buscando reforzar un orden mundial multipolar alejado del dominio occidental.

Desde su creación en 2009, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han tratado de ser una alternativa al sistema financiero occidental. Promueven la cooperación económica, la búsqueda de alianzas políticas, y la creación de instituciones financieras como el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD). Los BRICS buscan diversificar el poder global y reducir la dependencia del dólar en el comercio internacional.

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La cumbre fue una oportunidad para que Rusia consolide relaciones con países emergentes y minimice los efectos de las sanciones de la UE y los EE.UU. Putin reunió a las economías en desarrollo más importantes del mundo e intentó visibilizar la capacidad de Rusia para influir en la agenda global a pesar del aislamiento de Europa. Hubo 32 delegaciones y 24 líderes presentes; la asistencia del Secretario General de la ONU, António Guterres, fue particularmente controvertida.

Uno de los temas centrales fue la posible expansión del bloque. A inicios de año, Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos se unieron, y Arabia Saudita está considerando su adhesión; unos 30 países también han mostrado interés en unirse. Aunque esta ampliación podría aumentar la influencia de los BRICS, las diferencias políticas y económicas entre sus miembros complican la toma de decisiones, lo que llevó a que no se aceptara a nuevos miembros en Kazán, aunque se otorgó el estatus de socio a 13 países, como Bolivia y Cuba. El crecimiento económico de China y su ambición global son centrales, pero generan tensiones. India, por ejemplo, tiene fricciones territoriales con China, y Brasil, bajo Lula da Silva, busca equilibrar sus relaciones con EE. UU. y su participación en los BRICS, revelando las complejidades internas del bloque.

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Un desafío importante es establecer sistemas financieros alternativos que desvinculen a los BRICS del sistema occidental. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, Rusia ha sido excluida del sistema SWIFT, dificultando su acceso a mercados internacionales. En respuesta, los BRICS discutieron la creación de una moneda común para el comercio entre sus miembros para hacer frente al dólar, aunque sin avances concretos aún.

La invasión a Ucrania ha fortalecido la narrativa de Putin sobre la “decadencia” del orden mundial occidental. Según el Kremlin, las sanciones han acelerado la transición hacia un mundo multipolar, donde las economías emergentes tienen un papel relevante. La cumbre en Kazán fue crucial para observar cómo – o no - los BRICS avanzan en la creación de un sistema internacional alternativo.

En resumen, la Cumbre de los BRICS en Kazán fue una plataforma para que Putin y Rusia refuercen su posicionamiento global y promuevan un nuevo orden multipolar. Sin embargo, las divisiones internas y los retos de expansión plantean dudas sobre la viabilidad de los BRICS como alternativa al G7 y otros foros occidentales. El futuro dirá si este bloque puede superar sus diferencias internas y consolidarse como un actor global influyente, aunque la declaración final de 134 puntos fue poco sustancial.