En plena transformación de las cadenas de suministro por el nearshoring, la reciente adquisición de Solistica por parte del gigante Traxión, a cargo de Aby Lijtszain, representa un movimiento estratégico que revela la maduración del sector logístico mexicano y la consolidación de un nuevo modelo operativo, más ágil, escalable y tecnológico.
La operación, valuada en aproximadamente 80 millones de dólares, se ejecutó en dos tiempos. Primero, la compra de los activos de Solistica, hasta entonces bajo el paraguas de FEMSA, en México, Colombia y Brasil; y posteriormente, una desinversión quirúrgica de los activos sudamericanos a un consorcio de capital privado, alineando así la transacción con una tesis puramente localista y operativamente eficiente.
Más allá de los números, el verdadero valor de esta jugada está en su alineación con un modelo asset-light, una tendencia que ha ganado tracción en empresas logísticas globales y que en México empieza a cristalizar como respuesta a un entorno económico volátil y una creciente demanda por soluciones logísticas flexibles y habilitadas por tecnología. La incorporación de Solistica aporta a Traxión más del 50% de metros cuadrados de capacidad de almacenamiento distribuidos en los principales corredores industriales del país, reforzando su oferta sin comprometer su balance con activos fijos onerosos.
Solistica, históricamente el brazo logístico de FEMSA, que dirige José Antonio Fernández Carbajal, llega con una operación institucionalizada, infraestructura madura y una base de clientes estratégicos, muchos de ellos con operaciones transfronterizas. Traxión no solo adquiere espacio físico y cartera; se hace de un ecosistema completo que le permitirá consolidar su posición como operador logístico integral, especialmente en el corredor México–Estados Unidos, donde el nearshoring está generando un resurgimiento del interés por capacidades logísticas eficientes y confiables.
El momento también resulta oportuno desde una perspectiva financiera. De acuerdo con el último reporte trimestral de Traxión (1T25), la firma mexicana registró un crecimiento de ingresos del 9.2% y un alza en el EBITDA del 17.1%, incluso bajo un entorno macroeconómico retador. La decisión de reducir inversiones de capital en 2025 y apostar por integración operativa y eficiencia parece rendir frutos, sobre todo cuando el segmento de logística y tecnología ya reporta márgenes EBITDA del 10%.
La plataforma digital Traxporta, lanzada en 2021, es otro de los pilares que podría beneficiarse exponencialmente con la integración de los sistemas de Solistica. El control de rutas, tarifas y disponibilidad operativa no solo genera eficiencias, también habilita una capa de inteligencia que será crítica para competir en un entorno donde la trazabilidad, la optimización y la analítica predictiva se vuelven diferenciales clave.
En paralelo, la venta de los activos sudamericanos debe entenderse más como una depuración estratégica que como una pérdida de oportunidad. Colombia y Brasil son mercados complejos, atomizados y con dinámicas regulatorias que requieren un músculo distinto al que Traxión ha venido desarrollando. La desinversión —lejos de ser un retroceso— refuerza el foco en México, donde la empresa ya tiene masa crítica y una hoja de ruta clara.
Es importante también reconocer que esta adquisición ocurre en un momento de cambio estructural para FEMSA, que en su estrategia Forward ha optado por concentrarse en sus negocios minorista, embotellador y tecnológico. En ese sentido, la venta de Solistica representa una oportunidad para el grupo de capitalizar una plataforma logística ya desarrollada, sin necesidad de construirla desde cero, lo que podría marcar el inicio de una nueva etapa en la logística mexicana, con Traxión como uno de sus protagonistas centrales.
IMJUVE por la diversidad
Se fue junio y con ello el “Mes del Orgullo” para la comunidad LGBTQ+, en donde organismos como el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), encabezado por Abraham Carro Toledo, cerró filas con las juventudes de dicha comunidad al realizar el Foro del Orgullo 2025, un acto que ha trascendido lo simbólico y se inscribe en la agenda política de los derechos humanos. Hablamos de mesas de diálogo que abordaron temas urgentes para este sector como la violencia intracomunitaria, las identidades no binarias y las redes de afecto como forma de resistencia. Frente a los retrocesos que aún enfrentan las personas de la diversidad sexual, el mensaje reiterado durante el evento fue que el Estado debe ser garante de espacios seguros y de expresión para todos los integrantes, sin excepciones ni condicionamientos. Por su lado, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, cuya administración se asume progresista, insistió en que las juventudes diversas no están pidiendo permiso, están exigiendo políticas públicas sostenidas, presupuestos asignados y presencia institucional real. Enhorabuena.