Desde su nombramiento al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla Trejo ha marcado una pauta clara de firmeza, institucionalidad y compromiso con las funciones fundamentales del Ejército mexicano: la seguridad nacional, la defensa de la soberanía y la preservación de la integridad territorial. Su carrera militar, forjada desde 1978, le ha dado no solo experiencia táctica, sino una visión estratégica de Estado que hoy cobra particular relevancia en un país enfrentado a desafíos internos y presiones externas.
Una de sus primeras decisiones como titular de la SEDENA fue contundente: advertir a los elementos militares sobre los riesgos y consecuencias de involucrarse con el crimen organizado. En un mensaje claro y directo, calificó como “traidores” a quienes violen el honor militar y exhortó a la tropa a denunciar cualquier acto de corrupción o complicidad. No se quedó en el discurso. Aumentó los salarios de los elementos de tropa y oficiales, en un intento por cerrar espacios a la tentación y reforzar la disciplina interna, mostrando que la ética también se construye con condiciones dignas.
Este enfoque disciplinado ha venido acompañado de una visión firme en defensa de la soberanía nacional. En momentos en que ciertos actores internacionales han pretendido condicionar las decisiones soberanas del país, el general Trevilla ha dejado claro que la independencia de México no es negociable. Sus palabras han sido particularmente significativas frente a tensiones con Estados Unidos, reafirmando la postura histórica del Ejército como garante del interés nacional, más allá de vaivenes políticos.
En lo interno, ha enfrentado con temple las reformas propuestas por el nuevo gobierno en materia de seguridad pública. Al oponerse a transferencias de facultades de inteligencia y operación estratégica desde la SEDENA hacia entidades civiles, como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el general Trevilla ha hecho valer la institucionalidad castrense. Para él, la defensa del país no puede entenderse como un asunto administrativo, sino como una misión de alto compromiso y especialización que no puede ser diluida.
Este liderazgo, basado en el honor militar y el profesionalismo, no ha estado exento de tensiones políticas. Pero ha sido precisamente en ese terreno donde ha demostrado su vocación de servicio al Estado y no a intereses particulares. La SEDENA, bajo su conducción, mantiene una posición de respeto, firmeza y vigilancia constante frente a los riesgos que amenazan a la nación.
Ricardo Trevilla Trejo encarna una visión de la defensa nacional que combina tradición y modernidad, autoridad y responsabilidad, firmeza y legalidad. En tiempos donde la seguridad, la soberanía y la institucionalidad se ven constantemente desafiadas, su conducción al frente del Ejército representa un ancla de estabilidad y profesionalismo en favor de México.
@jlcamachov