La Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC), celebrada en Gyeongju, Corea los días 31 de octubre y 1 de noviembre, reunió a las 21 economías principales de esa región y estuvo precedida por la gira del Presidente Donald Trump por Malasia, Japón y Corea en su más reciente participación en la diplomacia mundial, con una mezcla de negociaciones comerciales tradicionales -acuerdos alcanzados bajo la sombra de los aranceles “recíprocos"- y concesiones personales que en ocasiones fueron excesivas. Malasia, Japón y Corea desplegaron una intensa campaña diplomática, en un intento por congraciarse con Trump.
En el marco de la 47 Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Kuala Lumpur, Trump garantizó el acceso a minerales críticos y avanzó en la firma de acuerdos comerciales con naciones de esa zona. Además, atestiguó un “acuerdo de paz” histórico que deberá aliviar las tensiones fronterizas entre Tailandia y Camboya, que le permitió proyectar su imagen de pacificador.
En Japón, Trump fue recibido cálidamente por la recién elegida Primera Ministro Sanai Takaichi, quien anunció 550,000 millones de dólares en inversiones japonesas en los EU y obsequió al mandatario estadounidense 250 cerezos por el 250 aniversario de los EU y un equipo de golf del ex primer ministro asesinado Shinzo Abe.
En Corea recibieron con honores al mandatario estadounidense. El Presidente Lee Jae Myung le entregó la condecoración más importante de su nación y una réplica de una corona dinástica coreana. Con Seúl, EU logró un fondo de inversiones por 350,000 millones de dólares con 200,000 millones en efectivo y pagos de 20,000 millones anuales. Este acuerdo contribuyó a que el arancel de los EU a las exportaciones surcoreanas se redujera del 25% al 15%.
El momento culminante de la gira del Presidente Trump por Asia tuvo lugar cuando se reunió con su homólogo chino Xi Jinping, en un esquema de poder evidentemente diferente a las interacciones que tuvo con los otros mandatarios. EU anunció la reducción de aranceles a las exportaciones chinas del 57% al 47%, gracias al compromiso de Xi de intentar disminuir la cantidad de fentanilo que ingresa a EU. Por su parte, China facilitará el acceso a minerales críticos, reanudará la importación de productos agrícolas estadounidenses y aumentará las compras de petróleo y gas estadounidenses. Lo anterior confirmó un reconocimiento mutuo que la situación ya era insostenible.
Tras reunirse con su homólogo chino, Trump decidió regresar a los EU y no participar en la Cumbre de Lideres de APEC, foro que representa a casi el 40% de la población mundial y más de la mitad del comercio mundial de mercancías. Su actitud encaja con su conocido desdén por los foros multilaterales que tradicionalmente han servido para abordar los grandes problemas mundiales, y con su predilección por la diplomacia bilateral que le ha redituado grandes acuerdos.
La visita del Presidente chino a Corea fue la primera en once años abriendo nuevas vías de diálogo con su par surcoreano, quien solicitó apoyo para reanudar contactos con Corea del Norte, con un gran armamento nuclear. Xi respondió que estaba preparado para aumentar la colaboración y enfrentar juntos los retos. No se omite señalar que el Presidente ruso Vladimir Putin, ni la Presidenta de México asistieron a la Cumbre. Correspondió al Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, extender una invitación para que México sea sede de la Cumbre de APEC 2028.
La Cumbre concluyó con la adopción de una declaración conjunta de los lideres que se comprometieron a apoyar el comercio y las inversiones que beneficien “a todos”.Sin embargo, el anuncio de Trump de reiniciar las pruebas nucleares -suspendidas desde hace 33 años-, parece ser una advertencia para las demás potencias nucleares, vislumbrándose un panorama internacional sombrío caracterizado por tensiones geopolíticas en aumento y estrategias económicas agresivas. Con el arsenal de ojivas nucleares más grande del mundo, Rusia ha reiterado que responderá de la misma manera si algún país realiza pruebas nucleares. La moneda está en el aire.