Las Relaciones México-Corea del Norte: ¿Un acierto o desafío latente?

23 de Diciembre de 2025

Ricardo Sánchez Méndez

Las Relaciones México-Corea del Norte: ¿Un acierto o desafío latente?

Columna invitada_Redes

Conocido como el reino ermitaño (hermit kingdom), Corea del Norte es un régimen comunista cerrado con Occidente, con un exacerbado culto a la personalidad de Kim Il-sung, fundador en 1953 de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país). La dinastía dictatorial ha continuado la línea sucesoria heredando en 1994 el poder a su hijo Kim Jong-Il hasta su muerte en 2011, quien dejó en su lugar a su hijo Kim Jong-un, llamado “supremo líder”; algunas fuentes perfilan a su hija Kim Ju-Ae como su eventual sucesora.

En 2024 la capacidad nuclear de Corea del Norte se estimaba en unas 50 cabezas nucleares ya ensambladas y con material fisible para fabricar otras 50 más, además de contar con una creciente reserva de uranio y plutonio. Ha desarrollado diversos sistemas de lanzamiento de misiles balísticos (ICBM) y una importante producción de armamento táctico. Su arsenal y sus ensayos nucleares constituyen una amenaza latente para Japón, la región Asia-Pacífico y los Estados Unidos, su acérrimo enemigo, aun cuando hayan tenido algún acercamiento anteriormente. Incluso, en 2002 George Bush calificó a Corea del Norte, Irak e Irán como el eje del diablo (axis of evil).

México y Corea del Norte establecieron relaciones diplomáticas el 4 de septiembre de 1980, 27 años después de que concluyera la Guerra de Corea en 1953 con la división de la península del mismo nombre. No obstante, con Corea del Sur (oficialmente la República de Corea) se establecieron relaciones desde el 26 de enero de 1962, abriendo su embajada en la Ciudad de México. Por su parte, México inició sus contactos oficiales a través de su embajada en Japón, y posteriormente abrió su Embajada en Seúl, Corea, impulsando significativamente el comercio, las inversiones y la cultura, lo que permitió establecer una asociación estratégica en 2005.

Para noviembre de 2024, la balanza comercial con Corea del Sur fue deficitaria, ya que México importó 1,680 millones de dólares EU y solamente exportó a esa nación 219 millones de dólares EU.Sin embargo, en el periodo 1999-2024 México recibió inversiones directas (IED) de Corea del Sur, un total de 11,834 dólares EU. En 2024, Corea del Sur invirtió en México 1,296 millones de dólares EU, a través de empresas como Samsung, Hyundai, LG y KIA con fuerte presencia en los sectores automotriz, de electrónica y de autopartes.

En contraste, la balanza comercial con Corea del Norte ha sido casi nula, por no decir que simbólica. No obstante, llama la atención que, según la ONU, hay 110,377 emigrantes norcoreanos en el mundo, alrededor del 0.42% de la población de ese país; es el segundo país con menor porcentaje internacional de emigrantes. El sitio Datosmacro.com indica que para 2020 había 1,885 norcoreanos en México. Dadas las condiciones políticas de Corea del Norte, no queda claro qué criterios se siguen en México para aceptar migrantes norcoreanos y qué beneficios reportan a nuestro país.

Durante muchos años, la posición de México respecto al conflicto intercoreano fue alentar el diálogo entre ambas Coreas, desnuclearizar la península, y no permitir el traslado de las tensiones derivadas a territorio nacional. En 2017 México expulsó al embajador norcoreano con una condena enérgica por los ensayos nucleares que efectuó su país.Este año Corea del Norte reactivó su programa nuclear probando misiles que ponen en peligro la paz de la región Asia-Pacífico y el gobierno mexicano guardó silencio, igual que con motivo de la participación de alrededor de 20 mil soldados norcoreanos que combatieron junto con las tropas de Rusia al ejército de Ucrania.

Desde la perspectiva de la Realpolitik, cabría preguntarse si favorece al interés nacional mantener esta relación conveniente para ciertos intereses extranjeros, pero que vulnera la tradicional congruencia de los principios rectores de la política exterior mexicana. El régimen norcoreano es aliado cercano de Rusia, Cuba, Venezuela y Nicaragua, por lo que México no debe permitir jamás que su territorio sea base de espionaje, ni subordinarse a intereses de potencias extranjeras, ya que se estaría atentando flagrantemente contra la soberanía nacional.