Terremoto electoral en Chile: auge populista, crisis de la izquierda y declive de la derecha liberal

17 de Diciembre de 2025

Alfonso España
Alfonso España
Investigador del Centro de Estudios Horizontal en Chile. Investigador en temas electorales, de seguridad y de modernización del Estado. Cientista político y magíster en Historia de América Latina, Universidad Diego Portales.

Terremoto electoral en Chile: auge populista, crisis de la izquierda y declive de la derecha liberal

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El reciente ciclo electoral en Chile, que incluyó la elección de congresistas y la primera vuelta presidencial, se caracterizó por una alta incertidumbre derivada del uso del voto obligatorio con inscripción automática. Este mecanismo, reintroducido por primera vez en el plebiscito constitucional de 2022, trasladó el centro de gravedad electoral a votantes previamente abstencionistas.

La incidencia inicial del voto obligatorio fue notablemente disruptiva. En el plebiscito de entrada de 2020, bajo voto voluntario, el “Apruebo” (que iniciaba el proceso constituyente) triunfó con el 78,3%. En contraste, el plebiscito de salida de 2022, con voto obligatorio, resultó en el triunfo del “Rechazo” (a la propuesta de nueva Constitución) con el 61,9%. Este resultado significó un revés para el gobierno de izquierda de Gabriel Boric y todo su sector, ya que había condicionado la implementación de su programa a la aprobación de una propuesta constitucional de corte maximalista, decolonial y estatista. Tras el triunfo del “Rechazo”, la izquierda en Chile se quedó sin proyecto político viable.

Inicialmente, este viraje sugirió la tesis de que el voto obligatorio movilizaba a un votante menos ideologizado y más moderado, distinto del electorado leal incentivado por el voto voluntario. Sin embargo, más que a un votante menos apasionado, la elección presidencial 2025 evidenció una profunda fragmentación y el rechazo a las fuerzas políticas tradicionales.

Los candidatos más votados fueron de partidos emergentes o extremos: la comunista Jeannete Jara y el republicano José Antonio Kast. No obstante, el dato más revelador fue el desempeño de las nuevas fuerzas populistas/nacionalistas, representadas por Franco Parisi y Johannes Kaiser, quienes lograron desplazar a la candidata de la derecha liberal-democrática tradicional, Evelyn Matthei, al quinto lugar.

El análisis de bloques muestra la peor derrota presidencial de la izquierda en los últimos 70 años, en gran parte debido al vacío político en el que quedó dicho sector tras el fracaso del proyecto constituyente y su mal desempeño gubernamental en materia de seguridad y migración. Por otra parte, también es uno de los peores resultados para la derecha histórica, cuyo discurso y propuestas solo lograron interpelar a su electorado leal de élite, fallando en movilizar a los nuevos votantes que se inclinaron por el discurso populista de Parisi (proveniente de abstencionistas) y Kaiser. Esto subraya la debilidad del liberalismo tradicional frente al populismo y el nacionalismo que capitalizan las crisis de orden. En este contexto, hay quienes han planteado que la derecha en Chile debe renunciar a ser liberal y abrazar el populismo, mientras que otros remarcan la incompatibilidad entre el proyecto liberal y el populista, principalmente en su forma de entender la democracia y los problemas que éste trae para el desarrollo de la tan necesaria amistad cívica.

El panorama político chileno se presenta poco auspicioso. La elección del Congreso no entregó mayorías legislativas a ningún sector. En un sistema presidencialista, la fragmentación y el surgimiento de fuerzas políticas menos dialogantes y con menor capacidad de acuerdo pueden conducir a una importante crisis democrática producto de la parálisis legislativa y tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo. Queda por verse si el futuro gobierno será capaz de navegar adecuadamente en este fragmentado escenario, o si el barco seguirá naufragando.