En el inicio formal de la transición presidencial, los fantasmas de Elba Esther Gordillo, exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de la Reforma educativa rondaron Palacio Nacional. Y es que tras el mensaje a medios que emitieron el presidente constitucional y el electo, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, para dar comienzo al protocolo de entrega-recepción de la Administración Pública Federal, Peña Nieto rechazó que durante su sexenio se haya perseguido políticamente a la maestra.
Para este gobierno no reviste mayor trascendencia. Respetamos sus derechos políticos, pero es evidente que este gobierno ha sido impulsor de una Reforma educativa de fondo (...) Sobre la maestra no tengo respuesta. Pero simplemente es inadmisible el afirmar que el juicio que enfrentó tuviera que ver con una acción de orden político”, enfatizó quien hasta el 1 de diciembre de 2018 será presidente constitucional.
Con gesto severo, Enrique Peña Nieto argumentó que la decisión de encarcelar a Gordillo correspondió al Poder Judicial por lo que el Ejecutivo, que él preside, no tuvo injerencia en el caso, como lo acusó esta mañana la líder del SNTE.
Ópticas distintas que se respetan
Respecto a la continuidad de la Reforma Educativa, Peña Nieto expuso que existen "ópticas distintas” entre el gobierno de AMLO y el suyo; pese a ello, dijo, será respetuoso de las decisiones que se tomen a partir del 1 de diciembre, cuando López Obrador asuma su mandato.
Creo que ambos gobiernos, el saliente y el entrante, buscamos que los jóvenes tengan acceso gratuito a la educación, que sea laica y de calidad. En este tema no hay disputa, más bien hay visiones diferentes de cómo realizar este propósito”, agregó Peña, quien durante todo el mensaje tuvo custodiándole las espaldas al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray y al titular de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.
En tanto que Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su administración no trabajará Elba Esther Gordillo, pese a que al igual que la maestra, que esta mañana reapareció ante la opinión pública, los dos coinciden en su rechazo al actual modelo educativo implantado durante la gestión de Peña Nieto.
Nadie va a estar al margen de la ley. Al margen de la ley nada por encima de la ley nadie. La política educativa es una facultad del Estado mexicano y corresponde al Estado definirla”, apuntó mientras que sus próximos secretarios de Estado que lo acompañaron en el estrado asentía la afirmación de su líder.
Sobrio, dejando atrás la personalidad dicharachera que manejó en campaña, López Obrador expuso que si el proceso legal que enfrentó Gordillo la declaró inocente, él respetara la decisión; sin embargo, puntualizó, que su gobierno apuesta por la democratización de los sindicatos.
Vamos a refrendar los compromisos que hicimos en campaña. Uno, no intervenir en los asuntos internos de los sindicatos y dos, procurar que haya democracia sindical. Por eso en los asuntos sindicales vamos a promover que se respete la voluntad de los trabajadores”.
En lo que sí hizo hincapié el de Macuspana, Tabasco fue en la sentencia de muerte en contra del nuevo modelo educativo. “Se va a cancelar y será sustituida. Y se dará a conocer un plan distinto con un marco legal ajustado a las nuevas circunstancias”, profundizó. En ese punto chocaron moderadamente “las ópticas” de la administración entrante y de la administración saliente. El final de la Reforma educativa, bandera política de la presidencia de Peña Nieto, está a menos de tres meses de concretarse. Por hoy todo fue cortesía y aplauso. ES DE INTERÉS
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