¿Regreso al pasado?

29 de Abril de 2024

Ricardo Eguia

¿Regreso al pasado?

ricardo eguia

En el contexto de una profunda desconfianza ciudadana en la clase política y rechazo a los partidos políticos, se inicia el más complejo proceso de reconstrucción y donde se ve difícil se coordinen el gobierno federal, los gobiernos de las entidades afectadas, múltiples dependencias, fondos y programas por lo que la ciudadanía se pronuncia abrumadoramente por la creación de un organismo independiente (Fondo Nacional de Reconstrucción con una “Auditoría Social”) que garantice un manejo eficaz, eficiente, oportuno, incluyente y transparente de los voluminosos recursos públicos y privados pero sin intromisión gubernamental. Esos dos organismos independientes potenciarían el objetivo central de la reconstrucción para la reactivación económica sin más endeudamiento improductivo y sea factor para recrear empleos dando preferencia a empresas arraigadas en los estados afectados que generen sinergias positivas descentralizadas y menos burocratizadas... Al romperse los espacios de la corrupción sistémica que anida en la patanería laberíntica de las burocracias, se impediría favorecer los intereses de las grandes inmobiliarias, de los grandes bancos y los negocios del gran capital sobre los damnificados y los sobrevivientes de los trágicos desastres naturales. El precitado fideicomiso a la sazón “Fondo Nacional de Reconstrucción” atajaría la sucia tentación de hacer de la devastación y las necesidades imperiosas de cientos de miles de familias afectadas otro botín dual: Retacar bolsillos y las vísceras electoreras en la miserable disputa por la nación en el 2018… Ahora se habla en números gruesos de un estimado para la reconstrucción de $38,000 millones de pesos como cifra preliminar ya que aún hoy existen divergencias y casi abismales diferencias entre aseguradoras y grupos especializados en sus estimaciones sobre el costo de los daños por los sismos y que entre “Air Worldwide”, “Risk management solutions”, ERN international y otros discrepan desde un piso de $1,100 millones de dólares y un techo de $8,000 millones de dólares… Sea cual fuere la cantidad que previas reasignaciones en el Presupuesto federal para 2018 se tengan que destinar al sobre-citado Fideicomiso en el que habrá una masa de recursos públicos, será imprescindible la fiscalización en tiempo real de la “Auditoría Superior de la Federación” en el marco de la “Ley de Fiscalización y rendición de cuentas” con su más amplio alcance también en lo que atañe a Estados y Municipios. Aquí cabe hacer una breve digresión en torno a los $13,000 millones de pesos para reconstruir o reparar escuelas(SEP) y que al decir de “CMIC” (Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles) el proceso de dictaminación estructural es endeble ya que amén de que no hay suficientes peritos ni aún dictaminando sobre las rodillas podrían haber concluido pues cada dictamen requiere de 8 a 10 horas entre inspección-visita ocular y trabajo técnico de gabinete con planos y documentación relacionada permisos de construcción...de ahí la pregunta ¿de dónde salió esa descomunal suma? ¿cuales las escuelas supuestamente inspeccionadas? ¿cuáles y la ubicación de las escuelas destruidas o con severos daños? ¡La reconstrucción es oportunidad, no oportunismo! Se habla de 10,000 escuelas dañadas, pero no se precisa qué tipo de daños, ni cuales los costos unitarios, tampoco los plazos, metas ni objetivos y la logística en la proveduría de materiales con sentido de urgencia sí, lo que no implica opacidad y menos improvisación...Hasta aquí la digresión. Reconstruir implica más, mucho más que poner ladrillos. Sería otra tragedia y crueldad inhumana el engañar trivializando cifras para preparar el desvío de esos enormes recursos públicos...El censo de los daños debidamente corroborado es principio nodal para evitar otras “estafas maestras.” Lacerante realidad de más de 20 millones de mexicanos (Oaxaca, Chiapas, Morelos) que antes de los sismos y desde siempre han sido olvidados, marginados, mantenidos en condiciones infrahumanas y hoy con los terremotos más hundidos que nunca al perderlo todo...Ellos requieren apoyos, no créditos ni deudas, para reconstruir sus viviendas y para incorporarse al círculo virtuoso del trabajo y la producción, toda vez que una transparente reconstrucción conlleva a la reactivación económica. El profundo sur enclave de los Estados más afectados por los sismos y donde el 79% de la población ya vivía en condiciones de extrema pobreza e ignorancia a pesar de la abundancia de recursos primarios, agua y tierras feraces...Sería una infamia se volcara de nuevo la rapiña de la clase política contra los damnificados y el centralismo feroz, burdo y cuentachiles les condene otra vez a volver a la misma indignante y muy precaria economía de mera subsistencia y un eterno retorno al pasado con las migajas de los mezquinos programas asistencialistas clientelares viciados por la transa, falta de transparencia y rapiñera compra de votos, sacando de manera cretina raja del hambre. ¡Doloroso pero necesario reconocer que el terreno más fértil para renacer es una crisis excepcional que puede operar como parteaguas ante el enorme descrédito del sistema político que ya no podrá escabullirse con meros actos de ilusionismo ante el infinito número de “facturas por pagar” a una población agraviada por tantos engaños, abusos, desgajamientos por el saqueo e inadmisible compulsión por gastar por encima de los presupuestos aprobados y cruzar al país con la mayor “falla (geológica) económica” como es la descomunal deuda pública y que expone al país más que todos los sismos, ciclones, erupciones volcánicas e inundaciones juntas! (Solo el pago de intereses de la faraónica deuda ascenderá a $663,000 millones de pesos en el 2018) ¡Irritación creciente se acumula en los Estados afectados por respuestas lentas, aisladas e inconexas, donde prevalece el discurso trillado, la promesa hueca y la falta de transparencia en cuanto a los donativos particulares multimillonarios nacionales y extranjeros sin fiscalización! Existe desconfianza estructural atroz en las instituciones, la banca y los organismos privados que reciben donativos en efectivo sin vigilancia y control. Se esparce la sensación de que los vivales de siempre se aprovecharán (como en el año 1985) de la tragedia y por ello los damnificados claman atajar a tiempo las “hienas” y los “buitres carroñeros que van solo tras los negocios de la reconstrucción y corresponde al gobierno federal no solo coordinar las acciones, sino transparentar programas, vigilar exacta aplicación de los cuantiosos recursos que se tendrán que destinar para recuperar escuelas, hospitales, infraestructura urbana y viviendas. La corrupción oficial, el pillaje y el desvío de fondos públicos en la reconstrucción, puede matar a muchos más que los propios sismos. “Alertas” ante el más destructivo y demencial terremoto que viene detrás de la maña del oportunismo Hacendario y desde el Presupuesto Federal escurriendo las babas de la ambición y la codicia estructural. El único paso efectivo para la reconciliación de la población con los tres niveles de gobierno será la transparencia y la oportunidad en la aplicación de los recursos para la reconstrucción que debe ser ciudadanizada al concluir el censo de los daños y con ello hacer factible el manejo honesto, cuidado, eficiente de los recursos públicos y las donaciones privadas… ¡No hacerlo así la ruptura se acelerará y podrá conducirnos a la fractura total del país! www.ejecentral.com email: eguia.associates@gmail.com twiter: @REguiaV

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