Preparando maletas

14 de Agosto de 2025

Diana Loyola

Preparando maletas

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La vida y sus misterios que nunca dejan de sorprendernos; de envolvernos en su magia; de cambiarnos las preguntas cuando creemos tener las respuestas; de sacarnos de nuestra zona de confort; de regalarnos belleza; de confrontarnos; de enseñarnos a las buenas y a las no tan buenas lo que venimos a aprender… la vida que nos da hasta cuando nos quita.

Este año ha sido para mi familia y para mí de intensos y constantes cambios, nos mudamos de país, de idioma, de cultura. Cambiamos lo que comíamos y los horarios en los que comíamos, pasamos de usar auto a movernos en transportes públicos, de viajar en avión, auto o autobús a viajar en trenes, de vivir en una gran ciudad a vivir en una mucho más pequeña y muchos y muy variados cambios más. Fue un curso exprés sobre la adaptación al cambio, la tolerancia y la paciencia.

Hubo de todo, pasamos días tan grises y pesados como el cielo en el invierno, y tan luminosos y amables como las mañanas de primavera. Encontramos personas valiosas pero sobre todo, nos encontramos a nosotros mismos. No ha sido un puente fácil de atravesar, pero sin duda la experiencia ha resultado sumamente enriquecedora.

Pronto será el momento de hacer maletas, de guardar junto a la ropa y los zapatos, las enseñanzas, las vivencias y los recuerdos. Todo es lo mismo pero ya nada es igual, también nosotros somos otros, nos fuimos transformando y fluyendo con las circunstancias. Buscamos nuestro lugar en este rincón del mundo y cuando creímos encontrarlo llegó el momento de dejarlo. Pienso que me tengo que ir cuando apenas voy llegando, cuando por fin me siento “encanchada”, cuando comer a las 12 del día ya me parece una buena idea. Pero la vida es más sabia que yo y he aprendido a confiar, hoy sé que mi presente es lo más valioso que tengo y si lo vivo pleno, mi mejor futuro potencial se gesta. Hoy llené mi corazón del más profundo de los agradecimientos.

Me llevo el anochecer de hoy, que pintó el cielo de fuego al despedirse el sol, lo guardo en mis ojos que se llenaron de luz hasta pasadas las once que entró la noche, dejando un manto negro donde Venus presume su hermosura. Son días eternos, que todo lo invaden de luz desde las 5:30 de la mañana y hasta casi la media noche, días que me embelesan, que me llenan de energía y me despiertan con la caricia cálida del sol invitándome a renacer con él. El aire huele a flores y a pan recién horneado. Es tiempo de empezar a guardar esos regalos en lugar seguro, para que no se escapen, para poder acudir a ellos, para que nos alimenten cada vez que los evoquemos. Ya habrá tiempo de elaborar duelos, ahora lo importante es seguir viviendo, disfrutando, oliendo, saboreando. Viajar ligera por la vida, pero llevando lo importante conmigo. Meter en la maleta lo que me hace feliz, lo que me nutre, lo que me gusta, lo aprendido. Es tiempo de preparar las maletas y seguir, de permitir que la vida nos siga sorprendiendo. À la prochaine!! @didiloyola