Previo a marcha contra plan B, amurallan Palacio Nacional

Decenas de vallas metálicas, de más de dos metros de altura, fueron colocadas y unidas entre sí de forma consecutiva para formar un cerco de protección en Palacio Nacional, en una imagen que vuelve a repetirse previo a una marcha que tiene como mira el Zócalo de la Ciudad de México.

En esta ocasión la movilización contra el recién aprobado plan B electoral es la causa de que un grupo de trabajadores haya amurallado la residencia del presidente López Obrador, impulsor de los cambios electorales que han sido criticados de la misma forma que se han señalado las vallas metálicas.

La marcha de mañana, convocada para iniciar a las nueve de la mañana, es la segunda de este tipo. La primera, realizada el pasado 13 de noviembre, tuvo como motivo de rechazo la reforma electoral, la cual no alcanzó los votos necesarios para ser aprobada en el Congreso.

Sin embargo, el presidente López Obrador no desistió e impulsó el llamado plan B electoral, mismo que hace unos días fue aprobado en el Senado. Esta situación hizo que se concretara la segunda marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), con una ligera variación en el mensaje de convicción: se pasó del #INENoSeToca al #MiVotoNoSeToca.

Los cuestionamientos se han incrementado este día, después de que se dio a conocer la instalación del cerco en Palacio Nacional. Ciudadanos y políticos arremetieron contra esta acción en redes sociales.

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Un ejemplo fue Emilio Álvarez Icaza, senador independiente, quien inquirió al presidente López Obrador. “¿A qué tiene miedo?”, refirió el expanista para asegurar que en la marcha de mañana no se quemará pozos ni se tomarán avenidas.

Otro que se pronunció al respecto fue Javier Lozano. El exsecretario federal apuntó que la capital del país “se prepara” para recibir a quienes se manifiesten mañana, e hizo énfasis en el cerco en Palacio Nacional al referir que marcharán “con todo y las vallas”.

Hay que destacar que los organizadores de la movilización de mañana son representantes de un grupo de más de 100 asociaciones civiles, quienes esperan tener presencia en 82 ciudades (siete del extranjero).

Por su parte, López Obrador ha demeritado la marcha al asegurar que se trata de “conservadores” que usan de pretexto la defensa de la democracia para desestabilizar su gobierno.

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