En conjunto, Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok, X (antes Twitter) y YouTube obtuvieron casi 11 mil millones de dólares en ingresos publicitarios durante 2022 tan sólo de los jóvenes estadounidenses, revela un estudio cuyos autores dicen que sus hallazgos demuestran la necesidad de que las plataformas de redes sociales sean reguladas ya que la ofrecida autorregulación de la industria no ha sucedido.
La investigación, que publicaron hoy en la revista PLOS ONE, es la primera en ofrecer estimaciones sobre el número de usuarios jóvenes de estas plataformas y cuántos ingresos publicitarios anuales se les pueden atribuir. Además, fue encabezada por un equipo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
Según las estimaciones del estudio, en 2022, YouTube tenía 49.7 millones de usuarios menores de 18 años en Estados Unidos; TikTok, 18.9 millones; Snapchat, 18 millones; Instagram, 16.7 millones; Facebook, 9.9 millones; y X (antes Twitter), 7 millones.
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Una de las limitaciones más relevantes de la investigación es sus cifras se basan en cálculos a partir datos de encuestas públicas, fuentes de investigación de mercado y una plataforma de control parental, ya que las plataformas de redes sociales no revelan datos de edad de los usuarios ni datos de ingresos publicitarios por grupo de edad.
En cuanto a los ingresos de las plataformas, calcularon que YouTube obtuvo los mayores ingresos publicitarios de usuarios menores de 12 años (959.1 millones de dólares), seguido de Instagram (801.1 millones de dólares) y Facebook (137.2 millones de dólares).
Instagram obtuvo los mayores ingresos publicitarios de usuarios de entre 13 y 17 años (4 mil millones de dólares), seguido de TikTok (2 mil millones de dólares) y YouTube (1.2 mil millones de dólares). Además, se calculó que el 41% de los ingresos publicitarios generales en 2022 de Snapchat fueron de sus usuarios menores de 18 años; para TikTok, esa proporción fue de 35%; para YouTube, de 27%, y para Instagram de 16% por ciento.
“A medida que aumentan las preocupaciones sobre la salud mental de los jóvenes, cada vez más formuladores de políticas intentan introducir legislación para restringir las prácticas de las plataformas de redes sociales que pueden provocar depresión, ansiedad y trastornos alimentarios en los jóvenes”, dice en un comunicado de prensa Bryn Austin, autor principal del estudio.
Sin embargo, “aunque las plataformas de redes sociales afirman que pueden autorregular sus prácticas para reducir los daños a los jóvenes, aún no lo han hecho, y nuestro estudio sugiere que tienen incentivos financieros abrumadores para seguir retrasando la adopción de medidas significativas para proteger a los niños”.
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