“La desigualdad humilla” Therborn
Un auto del año en el semáforo donde una mujer carga a su hijo por la espalda con un rebozo mientras vende chicles. Uno de los hombres más ricos del mundo en un país donde veintitrés millones de personas no pueden obtener una canasta básica. Colonias marginadas que colindan con edificios de primer mundo. Necesidades mínimas que no se cubren y el 10% de la población concentrando el 64.4% de la riqueza.
La desigualdad de acuerdo con Goran Therborn, es la violación de la dignidad humana; es la negación de la posibilidad de que las capacidades de cualquier ser humano se desarrollen y tiene muchos efectos: muerte prematura, enfermedades, humillación, sometimiento, discriminación, exclusión del conocimiento o de la vida social, pobreza, impotencia, estrés, inseguridad, ansiedad, falta de auto-confianza y de orgullo propio, y exclusión de las oportunidades de la vida.
El estudio realizado para OXFAM 2015, por Gerardo Esquivel, explica que mientras que el PIB per cápita crece a menos del 1% anual, la fortuna de los 16 mexicanos más ricos se multiplica por cinco. México es la decimocuarta economía del mundo y en el país hay 53.3 millones de personas viviendo en la pobreza (Esquivel).
En 1811 Von Humbold describió a nuestro país como el “país de la desigualdad”. Más de doscientos años después Augusto Monterroso no discrepa tanto “la singular, verdaderamente híper-real característica de México es su desigualdad social”.
“SI los ricos se estuviesen haciendo más ricos, pero los de en medio y los de abajo estuviesen también mejorando, esto sería otra cosa” (Stiglitz).