A pocas horas de que se cumpla el plazo para intentar alcanzar un acuerdo comercial posbrexit con la Unión Europea, barcos de la Royal Navy están listos para patrullar en las zonas de pesca británicas para afrontar eventuales tensiones causadas por un “no deal”.
Cuatro buques de 80 metros están listos para proteger las aguas británicas de los arrastreros de la Unión Europea (UE) en caso de que las dos partes decidan abandonar el domingo los esfuerzos para asegurar un acuerdo de libre comercio.
La medida forma parte de un plan de contingencia a ambos lados del Canal de la Mancha y evoca recuerdos de las “guerras del bacalao” con Islandia sobre los derechos de pesca en el Atlántico Norte, en los años 1960 y 1970.
El primer ministro Boris Johnson afirmó que es “muy, muy probable” que las conversaciones fracasen, con lo cual el Reino Unido volverá a aplicar los términos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con su mayor socio comercial.
Las posibilidades de un acuerdo parecen alejarse por el desacuerdo sobre las normas que rigen la competencia leal y los derechos de pesca en las aguas territoriales británicas.
Con o sin acuerdo, el Reino Unido abandonará el mercado único y la unión aduanera de la UE la noche del 31 de diciembre, más de cuatro años después de un referéndum histórico sobre la adhesión al bloque.
El escuadrón más antiguo de la Royal Navy
El almirante retirado Alan West, ex jefe del Estado Mayor naval, explicó que preparar el escuadrón de protección pesquera fue un movimiento sensato en caso de que las tensiones se extiendan.
“Es absolutamente apropiado que la Royal Navy proteja nuestras aguas si la posición es que somos un estado soberano y el gobierno dice que no queremos barcos pesqueros de ninguna otra nación allí", comentó a la radio BBC.
Los patrulleros del escuadrón de protección pesquera, la batería de primera línea más antigua de la Royal Navy, con una historia que remonta más de 500 años, ya controlan la aplicación de la legislación pesquera entre el Reino Unido y la UE.
Algunos diputados conservadores pidieron garantías para que la marina se despliegue para proteger las aguas británicas en caso de que no haya acuerdo.
El ministerio de Defensa confirmó que llevó a cabo “una amplia planificación y preparación” para una serie de escenarios posbrexit a partir del 1 de enero, y tiene 14 mil personas en reserva para ayudar con la transición.
Las cuatro lanchas patrulleras marinas formarían parte de una “enérgica medida de aplicación establecida para proteger los derechos del Reino Unido como estado costero independiente”, que también podría incluir la vigilancia de helicópteros.
Las condiciones de la OMC implican aranceles y cuotas, un aumento de los precios para las empresas y los consumidores y la reintroducción de controles fronterizos por primera vez en décadas.
Eso plantea la perspectiva de un tráfico pesado y lento, que obstruirá las carreteras que conducen a los puertos marítimos en el sur y el sudeste de Inglaterra, ya que la burocracia alarga los tiempos de espera para las importaciones y exportaciones.
Las empresas de transporte advirtieron que los volúmenes de importación de Irlanda, miembro de la UE, podrían reducirse en caso de que se introdujeran nuevos procedimientos aduaneros para las mercancías que pasan por el Reino Unido.
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