2017 hasta nunca

5 de Agosto de 2025

Rebeca Pal

2017 hasta nunca

REBECA-PAl-OK

Otro año que se nos va del calendario y, si lo vemos desde otra perspectiva, nos estamos acercando al final de una década. Da un poco de miedo notar cómo pasa el tiempo, pero creo que es necesario que sea así, de lo contrario no lo apreciaríamos. He notado que la gente valora lo que puede perder con facilidad, lo que cree tener seguro lo da por sentado y no le da la misma importancia. Ese es un gran error porque nada en esta vida es seguro. Nuestra soberbia nos engaña y nuestro orgullo no nos permite ver lo que realmente tiene valor en nuestras vidas. Un Rolex cualquiera lo pueda tener, gozar de una buena salud, no todos.

Creo que todos los años hacemos una metamorfosis y este año el cambio no me ha defraudado. Les compartiré. Ahora me fijo en las mujeres por la inteligencia y el respeto que muestran por sí mismas, ya no por la belleza exterior ni por el buen cuerpo. Me he vuelto menos afectiva, ya no abrazo como antes, pero eso es bueno; ya no estoy necesitada de cariño, ahora lo hago cuando me nace y no porque carezco de afecto. Aprendí que los mejores abrazos se los da uno mismo. Bebo más vino, por lo menos una copa a la hora de la comida –le perdí miedo al alcohol mas no el respeto– y tengo una nueva obsesión: intentar hacer un parado de manos y mantener el equilibrio, desde que me metí a clases de yoga no me saco la idea de la cabeza. Conquisté la soledad y me encanta estar conmigo, ya no me doy miedo, descubrí que puedo ser una compañera muy leal. Me río sola pensando en cosas que no han pasado y lo disfruto mucho. Uno de los cambios más emblemáticos que he hecho desde mis quince años hasta mis treinta y uno, es haber cambiado a Britney Spears por Meryl Streep. Tengo nuevos ídolos, ¿por qué? Porque tienen mentes brillantes:

Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír a quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y además de todo, ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia. (Meryl Streep)

Espero que este año hayan encontrado una nueva y mejor persona en la metamorfosis que hicieron. Deseo que aprendamos a tener la humildad para poder aceptar los cambios que año con año vamos teniendo (físicos, mentales y profesionales) y que perdamos el miedo al tiempo. Si hacemos buen uso de él, si lo invertimos, no hay por qué temerle. La vida sabe cuando se vive al máximo, de lo contrario entramos en la rutina de levantarse, trabajar, comer y dormir. Y bajo esa monotonía, ¿quién quiere vivir?

Así que… ¡Feliz metamorfosis y próspero 2018!