Hábitos que separan

28 de Abril de 2024

Rebeca Pal

Hábitos que separan

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Muchas veces no nos damos cuenta de los comportamientos que tenemos y que son nocivos para nuestras relaciones. Pueden ser actitudes que aprendimos de relaciones pasadas, de nuestra familia o, simplemente, por el tipo de personalidad que nos moldea. Sea como sea, es importante identificarlos para poder cambiarlos, ya que de lo contrario, pueden dañar de forma irremediable nuestras relaciones interpersonales. Querer cambiar a la persona Cuando buscamos cambiar algo, es porque no nos gusta o nos convence del todo. Pasa lo mismo con la pareja, cuando quieres que algún aspecto de su físico o de su personalidad cambie, es porque hay algo que no te gusta y quieres modificarlo para tu conveniencia. Por eso la sinceridad y la comunicación es tan importante. El diálogo nos ayudará a entender si este cambio que queremos es personal (por algo que nos incomoda de nosotros mismos) o por ciertas actitudes de nuestra pareja que nos molestan o nos lastiman. Es muy importante respetar y aceptar a la pareja tal cual la conocimos. La crítica destructiva Criticar por vicio, sin respeto y sin tacto, es muy dañino para cualquier tipo de relación. La crítica destructiva nunca nos llevará a un diálogo pensante y razonado, sólo agravará los problemas y nos alejará de la solución. Incluso, podemos provocar que nuestra pareja no quiera mostrarse tal cual es, ni ser sincero con sus sentimientos, por miedo a ser criticado. El sexo Sí, el sexo es importante para que la relación no se deteriore. Es otro tipo de comunicación que también tenemos que procurar con nuestra pareja. Sí, está comprobado que la pasión suele disminuir con el paso del tiempo, pero no es excusa para restarle importancia. La intimidad es un pilar importante, de ese pilar también se sostienen la confianza y el respeto. Los detalles Nosotros decidimos si es el diablo o la magia lo que se encuentra en los detalles que tenemos con nuestra pareja. Por ejemplo, el olvido de fechas especiales puede dar a entender a la pareja que no es tan importante como para recordarlo. Por el otro lado, comprar flores o un detalle para él, en un día cualquiera, puede ser una sorpresa muy gratificante que sume a la relación. Es relevante señalar que no es lo mismo cantidad que calidad, porque de nada sirve la cantidad cuando la calidad siempre falla. Los detalles cotidianos de afecto son los más importantes. El espacio Tenemos que aprender a respetar el espacio de cada individuo si no queremos agobiarlo(a) y desgastar la relación. Aprender a estar juntos, pero no pegados. Chantaje emocional Hacer el papel de víctima para manipular a la pareja es un error que a la larga, destruye cualquier tipo de relación. La comunicación Si no hay diálogo, se merma la posibilidad de arreglar problemas. Si no hay comunicación, ¿cómo puede haber confianza? Mentir La honestidad es la base de cualquier relación. Si no somos honestos, perderemos la credibilidad y la confianza de las personas que nos rodean. Es más sano haber perdido a alguien por ser sincero, que haberlo retenido bajo mentiras. La intimidad Espiar a la pareja habla muy mal de quien comete la acción. Es una gran falta de respeto. Genera desconfianza, agobio y hostigamiento. Las dudas y las inseguridades se arreglan conversando, no espiando el celular, correos y redes sociales. El arreglo personal El abandono del arreglo personal es malo para uno mismo y para la pareja. Nunca hay que descuidarnos porque ese descuido se verá reflejado en nuestro entorno y, especialmente, en nuestra pareja. Cuando descuidamos algo, es porque nos deja de interesar. Todas las relaciones requieren de un compromiso de las dos partes para que sean exitosas. Es la tarea de llegar, en pareja, a un punto de equilibrio en donde reina el respeto a nuestro espacio, intimidad e individualidad.