El precio de una mala decisión, suele pagarse muy alto. ¿Necesitan ejemplos?
Desde que Nicolás Maduro llegó a la presidencia, las condiciones de la nación han empeorado drásticamente. Ha provocado más daño a Venezuela, que el neoliberalismo de los noventa. Hoy, el país vive una crisis económica, política y social terrible; la crisis alimentaria ya ha causado daños irreversibles. Rafael Narváez, coordinador de la Asociación civil Defensa por los Derechos y Civiles, responsabiliza al gobierno de Maduro por estar cegado por la prepotencia, malcriadez y soberbia que no le permite buscar soluciones efectivas para reducir el número de víctimas, producto de la escasez de todo tipo de insumos necesarios para la vida. Es, sin duda, uno de los peores momentos de la historia republicana.
Las políticas de Donald Trump han dañado terriblemente el medio ambiente, está acusado de poner a los Estados Unidos en camino a la Tercera Guerra Mundial (si sucede, ¿qué vida quedaría después de eso?); ha provocado una ola de odio, sexismo, racismo y xenofobia en todo el país; redujo los aportes económicos a la ONU; los famosos proyectos de infraestructura que tanto prometió siguen relegados; suspendió los pagos a las compañías aseguradoras que estaban destinados a asegurar a los estadounidenses más pobres y enfermos; frenó el apoyo del país a la expansión del libre comercio mundial; en cuanto a la política exterior “también tengo un botón nuclear, más grande y más poderoso”, es un estúpido; si tienes trece años y vives en Estados Unidos, Trump te permite comprar, de forma legal, un arma, eso sí, ni se te ocurra comprar lotería o cerveza, porque eres menor de edad.
Aprovechando que estamos en el siglo XXI, en el año 2018 y que la libertad de expresión ya no es pecado, quiero dar argumentos que considero oportunos y necesarios para comprender el peligro en el que podríamos caer si tomamos una mala decisión. Sí, me refiero a López Obrador, así que, con permiso.
¿Qué pasaría si López Obrador llega a al poder?
Tras varios años de campaña y de haberse postulado en dos partidos, primero el PRD y luego con Morena, el tabasqueño comienza a cumplir las promesas electorales planteadas en el Proyecto Alternativo de Nación:
- Se lleva a cabo el ambicioso plan educativo en el cual no hay exámenes de admisión: “Ningún joven será rechazado al ingresar en escuelas preparatorias y universidades, es decir, habrá 100% de inscripción” (da igual que no estudies, ya sabes que por ley no te pueden reprobar y ahora te van a aceptar en cualquier escuela o universidad, aunque seas un mediocre, sin objetivos y sin la aspiración de superarte profesionalmente).
- Elimina el Seguro Popular. Consecuencias: perjudica a 57 millones de mexicanos no afiliados al IMSS o al ISSTE; se pierde el derecho a la atención médica gratuita, más de 5 millones de personas con diabetes son afectadas, 80% de los niños mexicanos con cáncer no pueden pagar un tratamiento, 6 millones de adultos mayores dejan de recibir atención médica y medicamentos. Conclusión: sin el Seguro Popular se incrementan las muertes en México (yo me pregunto, ¿en dónde irás a poner tanto cadáver?)
- Elimina las reformas y: “se construirán dos pistas nuevas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México, haciendo a un lado el actual proyecto que, además de costosísimo y opaco, es de dudosa vialidad técnica”.
- Las propuestas autoritarias afectan a la economía mexicana, hay una devaluación de 10%, se pierden grandes inversionistas y las relaciones con Estados Unidos empeoran día con día.
En seis años AMLO saldrá del poder pero el país, ¿saldrá adelante? Y si lo hace ¿en cuántos años, décadas, siglos?
Hay mi México, ahora entiendo por qué has temblado tanto…