Segunda fase CNTE: boicot de las elecciones

29 de Abril de 2024

Segunda fase CNTE: boicot de las elecciones

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Algunas de las acciones serán luchas que impidan las elecciones en los estados donde habrá votaciones este año

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GABRIELA RIVERA @gAbS_07 La CNTE inició una nueva fase de lucha, tras fortalecerse en gran parte del país al convertirse en el aglutinador de exigencias y luchas sociales no atendidas. Ahora, comenzará las discusiones para delinear el plan de acción para boicotear las próximas elecciones.

La movilización que arribó ayer al Distrito Federal y que permitió reapoderarse del Monumento a la Revolución con su campamento, y bloquear Paseo de la Reforma y Bucareli, durante más de 11 horas, no tenía solamente la intención de crear caos vial ni tampoco sólo sentarse, por cuarta vez en este año, con Luis Miranda, subsecretario de Gobernación, para exigirle la abrogación de la reforma educativa.

En realidad los objetivos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) son de mayor alcance: mostrar su fuerza de cara a las elecciones, las cuales pretenden boicotear, especialmente a los partidos políticos que apoyaron las reformas estructurales.

Para lograrlo se han estado preparando y fortaleciendo silenciosa y minuciosamente, acercándose a organizaciones sociales que no encuentran cause a sus demandas, como el caso de la falta de pago a más de 16 mil maestros de todo el país y las desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

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Foto | Jorge Villalpando/EJE CENTRAL

Así, en los últimos meses se acercaron a diferentes organizaciones en estados como Veracruz, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Tabasco, Sinaloa, Zacatecas y Jalisco acercamientos que se reflejaron en apoyo y fuerza local, que midieron con diferentes manifestaciones que llevaron a cabo en Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, más de la mitad de los estados de la Costa del Pacífico.

Y el 26 enero hicieron una prueba del despliegue de su capacidad, cuando prácticamente encabezaron y dominaron las marchas, por los cuatro meses de la desaparición de los normalistas, como parte de la Acción Global por Ayotzinapa, con las seis secciones bastión de la CNTE bloquearon las principales avenidas del Distrito Federal durante ocho horas.

Lograron reunir a maestros que arribaron desde Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, así como de los del Distrito Federal; además de forma paralela marcharon los maestros en apoyo a los normalistas en Durango, Jalisco, Sonora, Quintana Roo y Yucatán, lo que significó apoyo de la tercera parte del país.

Mientras organizaban estas acciones, la Asamblea Nacional preparaba el paro de actividades de tres días en los estados que domina la CNTE. “Compartimos con las secciones de Michoacán, Guerrero y Chiapas, y lo compartimos con la Asamblea Nacional y por eso es que hoy nos movilizamos de manera masiva”, dijo Rubén Núñez, dirigente de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca.

Si bien, los dirigentes aseguran públicamente que las movilizaciones podrían disminuir conforme se atiendan sus demandas, en realidad la CNTE enfila sus fuerzas hacia la Huelga Nacional, al que se sumarían organizaciones civiles, sindicatos, padres de familia y estudiantes.

Una de las primeras acciones, en el marco de esta huelga son las jornadas de lucha que impidan las elecciones en los estados donde habrá votaciones este año, o por lo menos se vote en contra de los partidos políticos que están aprobando las reformas estructurales, señaló el dirigente de la sección 22. -¿Estas movilizaciones masivas son un primer boicot a las elecciones? - “Obviamente. Solamente que tenemos que refrendarlo en nuestra próxima asamblea nacional, porque tenemos que revisar en qué estados hay elecciones y además cómo la Coordinadora va a participar en movilizaciones de carácter nacional en donde demande precisamente le hecho del boicot o la suspensión de las elecciones, como es el caso de Guerrero”.

[su_heading size="25" margin="10"]GASOLINA PARA EL MOVIMIENTO[/su_heading]

El mayor impulso para fortalecerse en número, lo recibió la CNTE a partir de que el gobierno federal dejó de pagar a los 16 mil maestros y eso permitió que ocurriera, por primera vez en su historia, la alianza entre algunos integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sus enemigos.

Rubén Núñez, dirigente de la Sección 22 de CNTE en Oaxaca, repitió el discurso acordado, no se salió del guion, el que la disidencia magisterial está defendiendo los derechos laborales que han sido violentados por la falta de pagos a sus compañeros de ésta y de otras secciones.

Los primeros días de enero, decenas de maestros en Oaxaca se manifestaron para exigir el pago de la primera quincena del mes y la segunda parte del aguinaldo, que debían cubrir las Secretarías de Hacienda y Educación Pública.

A estas marchas, se sumaron otras movilizaciones en Michoacán y Guerrero. Allí, los profesores de al menos 15 municipios tomaron las calles y dependencias de gobierno para exigir el pago de los trabajadores de la educación.

Las mesas de diálogo en la Secretaría de Gobernación, así como la promesa de los pagos mantuvieron las marchas en las entidades. No obstante, desde mediados de enero, la Asamblea Nacional Representativa ya venía preparando la movilización en el Distrito Federal y los estados de la República donde la Coordinadora tiene presencia. “(La movilización de hoy) precisamente tiene que ver con el reconocimiento de todos los trabajadores, la defensa la educación pública y en contra de la mal llamada reforma educativa, sobre todo para el asunto de la evaluación, el ingreso y la permanencia, que son asuntos que de manera directa lesionan los intereses y los derechos de los trabajadores”, aseguró el dirigente de la sección 22 en Oaxaca.

Es decir, los profesores regresaron a las calles con las mismas demandas que en 2013, cuando mantuvieron un plantón en el zócalo capitalino y luego en el Monumento a la Revolución, al mismo tiempo que salían a las calles y cerraban el tránsito por las principales avenidas de la ciudad.

Sin embargo, en enero de 2014 los policías del gobierno capitalino desalojaran una parte del campamento instalado en la explanada del Monumento a la Revolución, y las movilizaciones de la CNTE fueron perdiendo fuerza. Incluso el campamento se “desinfló” hasta que apenas unos 50 profesores resguardaban las tiendas instaladas en el lugar. CON INFORMACIÓN DE ITZEL REYES