El sublinaje BA.2 de la variante de preocupación Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 es aún menos detectable para los anticuerpos que el sublinaje BA.1, que actualmente es el dominante en la mayor parte del mundo y que, por tanto, probablemente deje de serlo relativamente pronto.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva York tras evaluar la capacidad de diversos anticuerpos monoclonales para neutralizar a la subvariante BA.2.
El reporte de la investigación, publicado ayer en el sitio medRxiv y aún no revisado por pares, da cuenta de que BA.2 evade a los anticuerpos monoclonales de Regeneron y Eli Lilly igual que BA.1; sin embargo, BA.2 también evade a los de Sotrovimab y a los de Evusheld, que tienen una actividad neutralizante significativa contra BA.1, lo que deja pocas opciones de tratamiento para los pacientes que se complican.
Ómicron BA.2 tiene en su proteína espiga (S), la “llave de entrada del coronavirus a las células humanas” y el principal blanco para los anticuerpos, las mismas mutaciones que distinguen a BA.1 del linaje original de Wuhan a las que suma seis mutaciones adicionales y tres deleciones. Esta mayor evasión podría explicar la mayor transmisibilidad de la subvariante.
BA.2 ya se ha detectado en 74 países, entre los que destacan Dinamarca, donde su presencia ya ronda en el 90% de los casos que se secuencian; Sudáfrica, donde supera el 70%, además de India, Brunei, Filipinas y Nepal.
En México se detectó BA.2, pero su presencia sigue siendo reducida. De acuerdo con distintos expertos se puede esperar que su presencia crezca en las próximas semanas.
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