Luis León y Bet-biraí Nieto
San Pablito era el mercado “más seguro” de Tultepec. Ahora es el lugar en el que se registró la peor tragedia por la explosión de pirotecnia. Tenía permiso de operación por parte del Ejército, el gobierno del estado y el municipio; sin embargo, el manejo de pólvora negra carece de regulación y en la ley no se especifican las condiciones mínimas de seguridad.
Apenas ocho días antes de la explosión, el 20 de diciembre, el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi) lo había declarado como el mercado más seguro para la venta de pirotecnia en América Latina. Tultepec carga con el deceso de 32 personas, 72 lesionados y 12 en estatus de desaparecidos.
El mercado albergaba 300 locales de concreto, ordenados y separados uno del otro con una distancia de tres metros, aproximadamente donde se vendían desde artículos básicos de la juguetería pirotécnica hasta sofisticadas estructuras explosivas. Según un comunicado del gobierno del Estado de México, 13 fallecidos fueron identificados por sus familiares y 18 más están por identificar.
Por ley, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) está obligada a verificar las condiciones de seguridad de bienes inmuebles y operación de los involucrados con esta actividad.
La responsabilidad legal por parte de las autoridades en la explosión del mercado de San Pablito, en Tultepec, pasan por una serie de trámites. Para obtener un permiso de comercialización, manejo y uso de material pirotécnico se debe solicitar un certificado de conformidad del municipio, otorgado por Protección Civil. El segundo paso es la solicitud de un documento conocido como “La opinión favorable del gobernador del Estado de México”, que se obtiene con las autoridades Protección Civil estatal y del Imepi.
Por último, se necesita un permiso de la Sedena, en el contexto de la ley federal de armas de fuego y explosivos para la operación y manipulación de pólvora y explosivos por parte de un particular. Si se cumplen todos estos requisitos, se puede conseguir este documento.
Hasta el cierre de esta edición, se reportó como grave el estado de salud de cuatro mujeres hospitalizadas en el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (Ceniaq), dependiente de la Secretaría de Salud.
Desde el 5 de diciembre de 2001 se encuentra parada en el Senado de la República la iniciativa “Ley Federal de Pirotecnia”, que buscaba armonizar las normas federales con reglamentos municipales y estatales, presentada por el entonces diputado Rodrigo David Mireles Pérez.
Conforme a la ley, los permisos específicos que se requieran en estas actividades serán otorgados por la Sedena con conocimiento de la Secretaría de Gobernación.
El artículo 39 de la misma ley aclara que se requerirá la conformidad de las autoridades locales y municipales del lugar respecto a la seguridad y ubicación de los establecimientos correspondientes.