Al menos 751 personas transgénero fueron asesinadas en el país en los últimos casi 17 años, de 2007 a septiembre de 2023, el 40% de las víctimas se concentró en cinco entidades en los que la mayoría no cuenta con reconocimiento de la identidad de género. Desde el Centro de Apoyo a las Identidades Trans (CAIT) urgieron a un cambio cultural para atender y detener la violencia transgénero.
De acuerdo con el seguimiento de esa asociación civil, integrada por personas trans, que trabajan por el reconocimiento y respeto de sus derechos humanos sin violencia, estigma ni discriminación, en 2016 se alcanzó la mayor cantidad de víctimas, 80 en total, y a partir de ese año a la fecha se ha mantenido por arriba de los 50 “transfeminicidios”.
Para Rocío Suárez Hernández, directora general del Centro de Apoyo a las Identidades Trans, el incremento en las cifras se debe a “una mayor movilización” de más organizaciones que están monitoreando las violencias trans, y una mayor visibilización en medios de comunicación y redes sociales que en 2007 no existían.
Sin embargo, señaló que la “gran impunidad” que persiste en los casos, que apenas son la punta del iceberg, pues lamentó que no han podido documentar el universo de agresiones que sufren las identidades trans se debe a que no se ha avanzado en un cambio cultural que reconozca sus derechos, por encima de leyes o medidas punitivas después de que se cometieron los delitos.
“Algo para reducir esa violencia podría ser como la iniciativa de la Ley Integral Trans que presentó la diputada María Clemente hace poco más de un mes en el Congreso federal, que son leyes que precisamente pretenden armonizar la diferencias legislaciones o normas en el respeto y reconocimiento a los derechos de las personas trans”, señaló Rocío Suárez.
CDMX, un “caso paradigmático”
Para la activista por los derechos trans, un “caso paradigmático” que refleja cómo es que las leyes por sí solas no han podido frenar la violencia en su contra resulta la ciudad de México, donde a pesar de tener la mayor cobertura en protección a sus derechos se ubica entre las cinco entidades con más transfeminicidios a nivel nacional.
“Aquí (en CDMX) tenemos la clínica trans, la unidad de salud para las personas trans; tenemos la unidad de diversidad sexual en el gobierno central, tenemos oficinas de diversidad sexual en varias alcaldías”.
A pesar de esta situación, refirió Rocío, la ciudad de México está en el quinto lugar, donde hay estados como Chihuahua, Veracruz, Guerrero “que prácticamente no tienen reconocimiento de la identidad de género, y el Estado de México lo tiene hace dos o tres años y ninguno de ellos tiene programas de salud”.
En ese sentido, subrayó, “tiene que ver con los cambios culturales donde a pesar de una legislación normativa en favor de las personas trans no se ha avanzado en el tema cultural que podría incidir en la disminución de estos actos de violencia, y ahí hay que recordar que los transfeminicidios son la punta del iceberg, porque no hemos podido documentar a las personas que son víctimas de un atentado transfeminicida y han logrado salvar la vida”.
La activista refirió que CAIT colabora con la organización internacional del Observatorio Transrespeto versus Transfobia en el mundo, para documentar la violencia hacia las personas trans en América Latina, y señaló que probablemente al terminar de documentar el último trimestre del año pasado, el número de víctimas probablemente vuelva a superar los 50 transfeminicidios.
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