Vacuna protege a los menores de la covid larga
Dos niños acompañados de su mamá fueron vacunados contra el Covid- 19 en la Unidad de Medicina Familia 17 del IMSS en San Cristóbal de las Casas
/Isabel Mateos Hinojosa
Casi 5% de las personas con menos de 18 años que fueron infectadas por el coronavirus podrían tener o haber tenido secuelas
El primer estudio en analizar la eficacia de las vacunas covid para prevenir la aparición de la covid larga o persistente en niños llegó a la conclusión de que sí proporcionan una cierta protección, pero esta es moderada, menor de la que confieren a los adolescentes y adultos.
La investigación, publicada hoy en la revista Pediatrics, dio seguimiento a los datos de más de un millón 37 mil 936 de menores de edad, de entre 5 y 11 años y de 12 y 17 años, entre los cuales la tasa de vacunación fue del 67%, y en ella participaron especialistas de 17 instituciones de salud d e Estados Unidos.
La cantidad tan grande de datos permitió “tener una muestra de pacientes lo suficientemente grande como para identificar efectos raros del virus y su impacto en los niños”, dice Hanieh Razzaghi, autor principal del estudio.
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Eficacia por edades
Casi desde el inicio de la pandemia se supo que la gravedad de la Covid-19 para niñas y niños era; sin embargo, conocer con certeza cuál es la carga de la Covid persistente en este grupo de edad ha sido difícil, porque los síntomas son variables, a veces incluyen confusión mental, disfunción gastrointestinal, dolor generalizado y fatiga, aunque también se pueden presentar reacciones inflamatorias o hasta problemas cardíacos.
Así, si bien sólo el 0.7 % de los pacientes fueron diagnosticados clínicamente con Covid prolongado, la investigación estima que la incidencia probable de la condición fue del 4.5% pero que no fue detectada en su momento.
El estudio calculó que la eficacia de la vacuna dentro de los 12 meses posteriores a la administración fue de 35.4% contra la covid persistente probable y hasta de 41.7% contra la diagnosticada. Pero fue más eficaz en los adolescentes (50.3%) que para los más pequeños (23.8%). Sin embargo, al cabo de 18 meses la eficacia se redujo a 10.6 por ciento.
Cabe recordar que apenas la semana pasada, ante el crecimiento de la variante Pirola (JN.1 y BA.2.86), que además de su rápida dispersión podría estar ocasionando enfermedad más grave, la Organización Mundial de la Salud recomendó volver a utilizar el cubrebocas en espacios donde se junte gente.
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