Al parecer, el partido en el poder trata de medirle el agua a la pila bautismal desde el legislativo y algunas oficinas de gobierno para saber si es el tiempo correcto de modificar legalmente la relación con las Iglesias y Ministros de Culto… o espera al periodo electoral para capitalizar el llamado “voto cristiano”.
Y es que la diputada federal Salma Luévano Luna, de Morena, vestida con un atuendo papal subió a tribuna la semana pasada para dar a conocer su iniciativa para proponer que los “discursos de odio por razones de orientación e identidad de género” sean considerados como infracciones a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
La legisladora, a título personal y no a nombre de su bancada en la Cámara, pretende modificar los Artículos 8 y 29 de dicha Ley pues según ella un Obispo de Cuernavaca dijo que la pandemia de Covid-19 fue “un llamado de Dios por el aborto, la violencia, la corrupción y la homosexualidad”, que por cierto usó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación para exhortar a líderes de opinión, iglesias y comunidades religiosas para que evitaran “discursos basados en prejuicios y estereotipos que confundan y dividan a la población”.
Luévano Luna -en su exposición de motivos- hace una lista de términos que se utilizan para “comprender la riqueza en la conformación de este sector poblacional”, tales como “sistema binario de género”, “transexual”, “travesti”, “cisgénero”, “lesbofobia”, “heteronormatividad”, entre otros. Agrega, sin dar detalles, que las Iglesias Católica y Evangélica (no señala cuál de las más de 5 mil registradas) se unieron en el 2016 “en una cruzada contra las bodas homoparentales”.
A lo largo de la actual Legislatura, Salma Luévano ha presentado 19 iniciativas que en su mayoría ponderan los derechos de la comunidad LGBTIQ a la que pertenece. Es la primera diputada federal que llega al Congreso por la llamada “cuota arcoíris”. Es propietaria de salones de belleza en Aguascalientes. Una de sus prioridades es elevar a rango constitucional esa cuota que indica el Instituto Nacional Electoral para que los partidos postulen a cuando menos 2 fórmulas de personas de la diversidad sexual en cualquiera de los 300 distritos federales y obtengan escaños de manera proporcionar que según el INEGI asciende aproximadamente a 5 millones de personas mayores de edad.
Ya en sus redes sociales, la representante popular que también es propietaria de un bar llamado “Morbo”, comentó que su iniciativa “es para castigar el discurso de odio que es la antesala de los crímenes de odio… sobre todo para aquellos Ministros de Culto que inciten a hacerlo… No estoy en contra de ninguna religión porque soy creyente… no estoy en contra de las Iglesias ni de La Biblia…”, explicó.
Para calmar el revuelo que esto causó entre pastores, que ya se veían en la cárcel por desacreditar bíblicamente lo que llaman “ideología de género”, en una nota informativa la Dirección de Asuntos Religiosos, “a solicitud de la Unidad de Enlace Legislativo”, dice que la oficina de Gobernación encargada de otorgar los registros a la Iglesias emitió su opinión “en sentido negativo” respecto a las tres iniciativas que se han enviado para modificar la Ley de Asociaciones Religiosas con el fin de sancionar a los Ministros de Culto por cuestiones de discriminación y discursos de odio.
PALABRA DE HONOR: Ayer comenzó la 7ª Semana Internacional de Cultura Laica en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, bajo la conducción de los expertos en sociología de la religión Roberto Blancarte Pimentel y Mariana Molina Fuentes que tienen como invitados a ponentes de talla mundial.
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