Venden en Francia falsos certificados de vacunación
CIUDAD DE MÉXICO, 19NOVIEMBRE2020.- Además del ingreso controlado, la aplicación de gel antibacterial y la toma de temperatura, a partir de hoy los comercios del centro histórico deberán pedir a los compradores que escaneen el código QR colocado a la entrada de la tienda, con la finalidad de detectar casos de Covid-19. La estrategia fue desarrollada por la Agencia Digital de Innovación Pública (Adip) con el objetivo de que la gente que haya estado en lugares cerrados sea notificada si estuvo en contacto con algún paciente covid-19 a través del número celular de personas registradas como sospechosas o confirmadas del padecimiento. FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM
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Testigos afirman que los ciudadanos prefieren pagar más de 200 euros por una falsificación de un código QR en lugar de vacunarse ya que creen que la vacunación no tiene ningún beneficio para la salud
A medida de que el gobierno francés impuso llevar a cualquier espacio público un certificado de vacunación QR, muchos ciudadanos siguen reusándose a la vacunación contra Covid-19 llevándolos a ser parte de un movimiento ilegal.
Testimonios afirman que los ciudadanos prefieren pagar más de 200 euros por una falsificación de un código QR en lugar de vacunarse ya que creen que la vacunación no tiene ningún beneficio para la salud. Dichos usuarios hacen extensas búsquedas en redes sociales para encontrar los famosos pases de salud, en donde los doctores y falsificadores son cómplices de esto.
En aplicaciones como Snapchat y Telegram hay miles de ofertas y falsificadores, los usuarios acuden a estas plataformas debido a que su interfaz es muy segura, pueden contactarse con cualquier persona, intercambiar mensajes y después de leerlos, estos son eliminados automáticamente.
Por otro lado, ya que el personal de salud también está involucrado, desde doctores hasta enfermeras, ellos actúan como intermediarios obteniendo datos médicos de los usuarios de una manera más rápida.
Gracias a esto, los falsificadores obtienen dinero muy fácil ya que se aprovechan de los usuarios cobrándoles una tarifa que va desde los 200 hasta los 600 euros por certificado, ellos afirman que reciben más de cien solicitudes al día de personas que buscan códigos QR falsos, sin embargo, las consecuencias pueden ser muy graves ya que podrían enfrentarse a una pena de hasta cinco años en prisión por fraude, y en cuanto al personal de salud, se les suspendería su licencia médica indefinidamente. VN
Con información de Le Figaro
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