Propuesta al campo de Meade no endulza a azucareros en Veracruz
El abanderado de "Todos Por México" presentó su primer acuerdo por el campo, pero olvida hablar de la exportación del azúcar mexicana a EU

La zafra siguió a pesar de la visita de José Antonio Meade y los líderes priistas. Al pie del ingenio más cercano al Puerto de Veracruz, el candidato priista presentó su primer acuerdo por el campo mexicano.
La Confederación Nacional Campesina (CNC) trajo a los campesinos del país para escuchar las promesas de Seguridad Social para los campesinos y créditos para el campo. En tierras azucareras, Meade no tocó el tema de la exportación del producto hacia los Estados Unidos.
El evento se configuró en la tendencia de la campaña priista de este 2018, militantes campesinos que tomarían la palabras. Los políticos, en primera fila expectantes a la evolución de los discursos y como parte de la porra.
Un cielo nublado y una brizna que no se convirtió en chubasco fueron nobles con los personajes que vinieron en la caravana política. Meade con su esposa Juana; Beatriz Paredes, coordinadora regional de la Campaña. Más a la izquierda estaba Ismael Hernández Deras, el líder nacional de la CNC; su homólogo estatal, Juan Carlos Molina y el candidato a la gubernatura, José Yunes Zorrilla.
El deportivo “El Encanchado”, propiedad de la cooperativa cañera, sirvió para acomodar a 13 mil personas sentadas frente al estrado y a las seis pantallas gigantes que servían como repetidoras de los discursos. Sin embargo, en varias zonas alrededor de las vallas estaba semivacío.
Los certificados de compromiso de la campaña se repartían como barajitas y algunos, quedaron como avioncitos de papel.
“Vamos a reestructurar a las dependencias, empezando por SAGARPA, por SEDATU, por la Banca de Desarrollo, para disminuir los trámites al mínimo, que las reglas sean claras, sencillas, efectivas y que no nos las cambien cada año”, dijo Meade ante el micrófono.
También ofreció ampliar la cobertura del Seguro Social en el campo, clínicas y medicinas para los campesinos. “Lo que es necesario es que el Seguro Social en el campo tenga clínicas, en el campo tenga presencia, que con el INFONAVIT diseñemos mecanismos de crédito que le hagan sentido para adquirir vivienda a quienes muchas veces migran y son jornaleros que están cambiando de ubicación”.
Azúcar, tema pendiente
El escenario era el idóneo para hablarle a los cañeros veracruzanos. Meade se encontraba en el estado que más produce caño al año; Veracruz genera más del 40 por ciento al año del producto que se consume y se exporta a nivel internacional.
El Ingenio “El Modelo” ha sido modelo de lo que pasa en el gremio cañero. En noviembre de 2017 los trabajadores integrantes del Sindicato casi linchan al líder Gabriel Silva Ortega; lo arrastraron por el piso y casi le revientan el cráneo a patadas.
Las cuotas, los créditos y el manejo de los rendimientos son problema de cada fin de zafra, el periodo en donde crece la caña, se quema y se corta para su traslado al ingenio.
En 184 días de producción, “El Modelo” lleva 37 mil 452 toneladas de caña molida y procesada que derivaron en cuatro mil 29 toneladas de azúcar estándar. Las ganancias aunque magras, han ido disminuyendo por la preferencia de las empresas dulceras y refresqueras americanas, principalmente, que prefieren la compra de fructuosa de maíz que es más barata y hace duradera la caducidad.
El tema de los jaloneos entre la industria azucarera mexicana con la fructuosa viene desde la época de los ochentas, cuando Enrique Molina Sobrino construyó su imperio empresarial aliado con la Pepsi Cola y el azúcar mexicana, principalmente la veracruzana. Un tema que se agravará según sean los acuerdos para el nuevo Tratado de Libre Comercio.
Cardel tiene su historia política. Una pequeña agencia del municipio de La Antigua, se hizo un bastión del interés agrario bajo el liderazgo de Roque Spinoso Foglia, tío del Édgar Spinoso, ex duartista y ex secretario de Educación de Veracruz.
Spinoso Foglia fue asesinado en 1984 y ahora es recordado cada año por los líderes cañeros locales que aseguran, fue uno de los principales luchadores por las garantías de los jornaleros.
Al terminar el encuentro, los saludos fueron extensos y los matraqueros continuaron con sus gritos. Meade recibió hasta piñas de los productores jarochos y hubo varias fotos con los simpatizantes.
Beatriz Paredes, la coordinadora, salió por la reja de atrás, mientras que el candidato presidencial y el líder de la CNC, Ismael Hernández, salieron por la puerta donde estaba tocando a una tambora con la canción “El Sinaloense”.
Sin lechero y sin cañilla
Meade rompió con una regla de la política veracruzana. En primer lugar rompió con el esquema tradicional, una guayabera blanca, un lechero en la parroquia y una canilla, un pan hecho de harina y manteca, que se ofrece en todos los restaurantes porteños.
En esta ocasión, José Antonio Meade llegó con su pantalón caqui, una camisa blanca de manga larga y sólo hizo una reunión en el centro de convenciones y otras privadas en lugares como el restaurante Villa Rica, uno de las más conocidas marisquerías de la ciudad.
En la comida con la militancia hubo un desfile de los ex. El excandidato a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, coordinador estatal de la campaña; Américo Zúñiga, el ex alcalde de Xalapa y ahora líder estatal del PRI. Anilú Ingram, la ex delegada de Sedesol, y una larga lista de ex que se presentaron a la comida.
Meade realizó el evento más numeroso de la semana en Cardel. En otros puntos del país, los eventos habían sido en centros de convenciones con menor capacidad y sólo su arranque fue multitudinario; ahí reportaron 10 mil personas.
El abanderado priista rompió con la tradición que practicó en su momento el actual presidente Enrique Peña Nieto donde convivió hasta con el entonces gobernador Javier Duarte y su esposa, Karime Macías. Meade dejó Veracruz sin tomar café y se enfiló a iniciar la segunda semana de campaña en la Ciudad de México.