Pese al aumento de puestos de detección de la Covid en la Ciudad de México, muchos ciudadanos vivirán las fiestas de fin de año sin la certeza de estar libres del virus: para las 9:30 de la mañana, momento en que comienzan a abrir, los módulos ya cuentan con filas de cerca de 70 personas, que, aunque guardan distancia, no dejan de estar en riesgo de contagiarse.
Aglomeración, cierres inexplicables, poco personal a cargo y escasas medidas de seguridad fueron las condiciones que se encontraron en un recorrido que ejecentral realizó este fin de año por los macroquioscos de detección de la Covid en la delegación Benito Juárez.
El primer macroquiosco en visitarse se ubica en el deportivo “Gumersindo Romero”, en cuya entrada había una cartulina, con un mensaje escrito a mano: “Quiosco cerrado. Te invitamos a consultar tu quiosco más cercano en test.covid19.cdmx.gob.mx”, sin ninguna explicación o alternativa de su falta de servicio.
La explanada principal de la alcaldía, sitio donde se encuentra otro punto de detección, es probablemente donde hay más personas a la espera: filas de varios metros se combinan con un personal que no supera los tres profesionales al momento de su apertura. Las inmediaciones de la estación del Metro Parque de los Venados representan un riesgo mayor debido a la alta afluencia de usuarios del sistema de transporte desde primeras horas.
Idénticas condiciones se encuentran en el quiosco del parque “Las Arboledas”; ya que se trata de un sitio de recreación y deporte, cercano a un supermercado y rodeado de diversos comercios.
Finalmente en las inmediaciones de la estación del metro Etiopía se observa un menor espacio a los anteriores puntos.
Ante estas condiciones de los módulos de detección gratuita, a las personas interesadas en saber si portan el virus les queda la opción de detección en farmacias privadas; un proceso que les pide llegar a las 7:00 am para sacar cita y pagar, y volver en un horario de 16:00 a 20:00 para la aplicación de la prueba.