El jefe negociador de la oposición siria en las conversaciones de paz de Ginebra, Mohamed Alloush, dimitió hoy al considerar un “rotundo fracaso” los diálogos para buscar una solución al conflicto, que ha causado más 282 mil muertos desde marzo de 2011.
En un comunicado divulgado en Twitter, Alloush, líder del grupo Ejército del Islam, explicó que su decisión era por la falta progresos en las conversaciones de paz de Ginebra para lograr una solución política y aliviar la difícil situación que viven millones de sirios.
Las negociaciones de paz están suspendidas desde finales de abril por la oposición, integrada en la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), que acusó al Ejército sirio y a Rusia de violar la tregua iniciada el 27 de febrero al lanzar una ofensiva en la ciudad de Alepo.
El líder opositor alegó que las negociaciones han sido un rotundo fracaso, pues no han logrado ningún acuerdo político, ni siquiera han servido para aliviar el sufrimiento de las personas que viven en las zonas sitiadas de Siria.
“Las tres rondas de conversaciones fracasaron por la terquedad del régimen y sus continuos bombardeos y agresiones en contra del pueblo sirio”, afirmó Alloush en su breve comunicado, según reporte de la cadena árabe Al Arabiya.
El jefe negociador de la oposición siria en las conversaciones de paz de Ginebra consideró que las conversaciones de paz también habían fracasado para lograr la liberación de miles de detenidos o para empujar a Siria hacia una transición política sin el presidente Bashar al Assad.
Mohammad Alloush, quien también es el representante de la poderosa facción de rebeldes de Jaish al Islam, con base en Arabi Saudita, confirmó este lunes la lamentable la renuncia de Alloush en declaraciones a la cadena de noticias árabe.
Las partes en las conversaciones de paz impulsadas por las Naciones Unidas (ONU), no han definido una fecha para la reanudación de las negociaciones, desde que la alta Comisión para las Negociaciones suspendió su participación el pasado 27 de abril.
Había expectativas de que para finales de mayo habría una nueva ronda de negociaciones en Ginebra, pero con la renuncia de Alloush y la constante lucha sobre el terreno de combate, se desvanece toda esperanza para ello.
Diplomáticos consideran que hay pocas posibilidades de que la oposición siria pueda tomar parte en una nueva ronda de conversaciones de paz, si antes no se pone fin a la violencia de manera temporal y la ayuda no llega a los a civiles.
El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo el pasado jueves que deseaba celebrar una nueva ronda de negociaciones de paz “lo antes posible”, pero descartó que ello ocurra al menos durante las próximas “dos o tres semanas”.
De Mistura consideró que antes de reanudarse el dialogo es necesario ver “progresos sobre el terreno”, particularmente en lo que se refiere al respeto del cese de hostilidades y el suministro de ayuda humanitaria a la población civil.
El enviado de la ONU ha pedido reiteradamente a los Estados Unidos y Rusia a tomar medidas para reforzar el alto el fuego que “ha estado” en vigencia lugar desde el 27 de febrero, para presionar a todas las facciones para permitir entregas de ayuda humanitaria.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 282 mil 283 personas han muerto, entre ellas más de 81 mil civiles, desde que comenzó el conflicto en Siria en marzo de 2011, seis mil 340 de ellas en los últimos ocho meses por los bombardeos rusos.
Los ataques de la fuerza aérea rusa también causaron dos mil 270 bajas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y mil 971 en las otras de organizaciones rebeldes sirias, como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en este país, y el Ejército Islámico de Turkmenistán.
La Federación Rusia inició el 30 de septiembre pasado un campaña de bombardeos en Siria en la que es su primera intervención militar directa en el conflicto en el territorio sirio desde su comienzo, a mediados de marzo de 2011.
Tanto el gobierno ruso como el régimen sirio afirman que los ataques son contra organizaciones terroristas, aunque el OSDH y otros opositores aseguran que los aviones rusos también tienen como blanco zonas residenciales y bases de opositores, como el Ejército Libre Sirio (ELS)
vía Notimex