El gobierno de Claudia Sheinbaum pretende hacer una generosa donación a la Cruz Roja Mexicana con cargo a los bolsillos de los trabajadores de la administración local.
En un documento obtenido por En Corto se detalla el esquema elaborado por la Secretaría de Administración y Finanzas, que dirige Luz Elena González Escobar, para que los empleados del gobierno “transparente y cercano a la gente” de Claudia Sheinbaum, hagan aportaciones con base en un tabulador que se calculó de acuerdo con su salario y el puesto que ocupan. La meta era reunir 21 millones de pesos hasta antes del 31 de mayo pasado.
En el oficio SAF/DGAyF/CT/101/2019, al que esta columna tuvo acceso, se informa que por instrucciones de Ximena Jacinta González Ramírez, directora general de Administración y Finanzas de la Secretaría de Finanzas, se solicita el apoyo para la colecta y se detallan los lineamientos que se deben seguir para concentrar los fondos. Dicho documento también señala a dónde se deben enviar los depósitos bancarios que comprueben las contribuciones de los trabajadores.
En el instructivo para la colecta se detallan los montos que deberá aportar cada servidor público, que van desde los 7 mil 850 pesos solicitados a la jefa de Gobierno hasta los 800 que estarían obligados a entregar los enlaces de las dependencias.
El tabulador también contempla un “donativo” de 7 mil 800 pesos para los secretarios del gobierno local, de 7 mil 500 pesos para los subsecretarios y de 6 mil 500 pesos para directores generales.
La solicitud de fondos también incluyó a los trabajadores que cobran por honorarios, considerando que los empleados con un ingreso neto superior a los 14 mil pesos entregaran el 5 por ciento de su salario mensual.
Además de esto, el instructivo incluye el número de cuenta y CLABE interbancaria de Bancomer en la que se pueden realizar las aportaciones, especificando la dependencia a la que pertenecen.
Dichos comprobantes deben ser entregados a la Subsecretaría de Capital Humano entre el 5 y el 16 de junio próximos, según el instructivo firmado por Jorge Luis Basaldúa, titular de esta área.
A la par de esto, se especificó otro método de control que consiste en la elaboración de una lista que debe ser enviada a un correo electrónico de la Secretaría de Administración y Finanzas.
En el escrito, la administración de Claudia Sheinbaum establece que todos los donativos serán deducibles de impuestos con el fin de invitarlos (obligarlos) a realizar sus aportaciones.
El instructivo para estas donaciones circula en diversas dependencias al menos desde la última semana de abril, de acuerdo con los datos a los que esta columna pudo acceder.
La propuesta fue rechazada por varios integrantes del gabinete capitalino, quienes confesaron a En Corto que la iniciativa provocó una “revolución y quejas” entre los empleados de todos niveles.
“La recaudación del dinero para la colecta de la Cruz Roja 2019 es un abuso para quienes trabajamos en el gobierno central, sobre todo porque no es un donativo, sino una aportación obligatoria”, reveló un funcionario de primer nivel.
Llama la atención que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, trate de echar mano de estos métodos para hacer caravana con sombrero ajeno. Sin duda, las donaciones a la Cruz Roja persiguen una buena causa, pero no se deben obtener de esta forma.
También sale a relucir el papel jugado por la dependencia encabezada por Luz Elena González Escobar al trabajar en un esquema en el que se piden “donativos” con ficha a los empleados y se utiliza papelería oficial para justificar así la colecta del dinero.
Si esto se presenta en un programa de donación altruista, falta ver la forma en la que se manejan otros asuntos complejos sobre el presupuesto de la capital del país.