Las confesiones de Javidú

19 de Abril de 2024

Lourdes Mendoza
Lourdes Mendoza

Las confesiones de Javidú

Ahora resulta que Javier Duarte, mejor conocido como Javidú, pretende insultar nuestra inteligencia. El exgobernador de Veracruz se tomó muy en serio eso de las benditas redes sociales y ya hasta se convirtió en ¡columnista político! Así como lo están leyendo. Debutó con el espacio “La Verdad nos hará libres”, en un periódico local, y después de leer esa primera entrega queda claro que fue un manipulador que vio por sus intereses.

Confesó que el movimiento estratégico más importante durante su administración fue intervenir para que en la entidad se hiciera una ley a modo para que su sucesor durara en el cargo sólo dos años y no seis, jugada que le consultó a EPN y que hizo por dos motivos, uno de ellos porque ya avizoraba la derrota electoral del PRI. ¡Ahora resulta!

También escribió que en la recta final de su administración su prioridad fue su “supervivencia”, luego de calificar como “enemigos mortales” a Miguel Ángel Osorio Chong y Miguel Ángel Yunes. Luego entonces, los veracruzanos nunca fueron su prioridad.

Otra confesión, dice que intervino para que la alianza del PRD con el PAN en Veracruz no se concretara, lo que propició una crisis en el Sol Azteca. ¡Ah! y que fue cómplice, pues asegura que desde el gobierno federal (la Segob) metieron las manos para que Miguel Ángel Yunes, del PAN, ganara la gubernatura.

Obvio, se describe como un gobernador exitoso (perdió ya la cordura), incluso narra que en algún momento le dio “una bocanada de oxígeno puro” a la administración de Enrique Peña Nieto. Se le olvidó que dejó a Veracruz con más violencia, que de 2011 a 2016 el porcentaje de la población que dijo sentirse insegura en la entidad pasó de 64 a 85.1 por ciento y que fue señalado por el desvío de unos 873 millones de pesos destinados a la seguridad pública.

El flamante columnista —es sarcasmo— también presumió los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se llevaron a cabo en Veracruz en 2014. Sí, esos juegos que tampoco se salvaron de la corrupción de su gobierno. Tan sólo la auditoría de inversiones físicas GF-1197 de la ASF detectó recuperaciones probables por 721 millones de pesos, determinó nueve observaciones, tres solicitudes de aclaración y siete promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria.

Y bueno, yo, ustedes, todos nos preguntamos cómo es posible que desde el Reclusorio Norte Javidú pueda publicar sus columnas y hasta opine a través de Twitter, red social en la que tiene 483 mil seguidores, sigue 68 cuentas y ha escrito seis mil 108 tuits. Pues bien, dice él que todo es a través de terceros. Por eso, lo mismo comparte su columna en redes que opina sobre las situaciones complicadas por las que atraviesa Veracruz.

Por cierto, en el mundo han existido presos que se convierten en columnistas, por ejemplo, el exvicepresidente de Argentina, Amado Boudou, quien emitía opiniones políticas en una estación de radio, pese a que estaba en el penal de Ezeiza.

Lo que es la vida, quién diría que Javidú utilizaría Twitter como medio de comunicación cuando en su momento la SCJN tuvo que declarar inconstitucional la llamada Ley Duarte, la reforma de 2011 al Código Penal de Veracruz que creó el delito de perturbación del orden público para castigar afirmaciones falsas a través de cualquier medio, incluido Twitter. La Ley Duarte se hizo luego de que Gilberto Martínez Vera y María Bravo fueron acusados de terrorismo y sabotaje por la Procuraduría General de Justicia del estado por haber desatado una psicosis por mensajes difundidos en redes sociales. Dicha reforma fue criticada incluso por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y finalmente tirada en la Corte.

Para Javidú eso pasó a la historia y ya adelanta que hará otra columna. Ahora sí, benditas redes sociales.