En la alfabetización emocional, se educa a comprender la diferencia entre que el sentir o entender al otro es crucial, en el entender construimos al otro desde nuestros juicios y creencias, pero desde el sentir entramos al mundo ajeno, evitamos las sentencias porque aprendemos a empatizar.
El tema de la inteligencia emocional ha cobrado cierta relevancia para comprender una mejor forma de expresar las emociones propias y las de otros.
Dentro de este concepto se encuentra otro término denominado analfabetismo emocional, el cual refiere a las habilidades de reconocer, aceptar, gestionar, expresar y crear emociones.
El autor Daniel Goleman, quién acuñó el término del analfabetismo emocional, indica que las capacidades emocionales que se adquieren durante la niñez serán esenciales para lograr el éxito escolar, independientemente de las calificaciones, serán las habilidades sociales e individuales de su psique, como expresar las propias necesidades al relacionarse en su entorno, lo que les brinda una ventaja en su desempeño.
Los escenarios violentos que se están desarrollando en las escuelas son un reflejo de los cambios sociales e incluso influenciados por las crisis económicas. Asimismo, la toxicidad que circula en todos los medios refleja y perpetúa un ciclo continuo de agresión y violencia.
El Informe Nacional sobre la Violencia y Salud, reporta que cada día mueren 2 niños con menos de 14 años a causa de la violencia que azota a nuestro país. https://goo.gl/AKzizB
Aunado a esto se encuentra el incremento en los índices de consumo de alcohol y drogas, uso de armas de fuego, casos de depresión y suicidio, elementos que por sí solos no resaltan, pero una vez que se conjuntan las cifras, estas denotan la gravedad de la situación.
La inteligencia racional es una prioridad que se ha venido atendiendo, sin embargo, hoy diversos estudios han revelado la importancia que tiene desarrollar la educación emocional, que debe solidificarse en casa y en la escuela, ya que el cuidado de las aptitudes emocionales permite afrontar las problemáticas sociales.
Incluso en la vida adulta en muchas ocasiones no se tiene el lenguaje adecuado para describir cómo nos sentimos y sólo al reconocer las experiencias que se viven al interior de uno mismo, es que aprendemos a controlar los impulsos y mejorar la toma de decisiones.
La alfabetización emocional es un elemento clave en la formación de personas con una mejor autoestima, reflexivas, creativas y capaces de alcanzar sus metas personales por satisfacción y no por recompensas.
La tendencia de premiar el rendimiento de las personas basados en puntajes y no en logros de autoreconocimiento, despersonaliza el aprendizaje, creando individuos llenos de datos, pero incapacitados para expresar y manejar emociones básicas.
Se debe reflexionar en la reconfiguración de lo que conocemos como éxito. Al igual que lo laboral, académico o deportivo, el aspecto emocional también es fundamental para prevenir escenarios de violencia y criminalidad y educar en el marco de apoyo para crecer con aptitudes sociales y emocionales asertivas.
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