Campañas políticas: guerra sucia en lugar de propuestas

28 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Campañas políticas: guerra sucia en lugar de propuestas

Entonces, por qué si saben y reconocen ante la opinión pública que el electorado mexicano está fastidiado, cansado y harto de la guerra sucia, ¿siguen fomentándola? El próximo domingo se celebrarán elecciones en 14 estados del país, en la Ciudad de México los votantes que acudan a las urnas elegirán a los 60 Diputados Constituyentes; en Baja California sólo se elegirán a alcaldes y legisladores locales; y en el resto de los estados se llevarán a cabo comicios para elegir a diputados locales, presidentes municipales y a sus gobernadores, estos son: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Ante el ríspido ambiente de confrontación que se vivió en casi todo el proceso electoral, pero que arreció en las últimas semanas, el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió a los dirigentes de partidos políticos que eviten la confrontación, pues la ciudadanía ya tiene suficiente ‘‘con enfrentar a los que no quieren a este país, a los que cometen delitos en las colonias y comunidades, como para todavía entre partidos estar en polarización y en conflicto’’.

Lo cual es verdad, según una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, siete de cada 10 mexicanos temían que la llamada guerra sucia imperará en las campañas rumbo a las elecciones, para el 73.9% de los encuestados: “sólo aturde y no les dice nada”, y sólo al 18.2% le ayuda a tomar una mejor decisión de por quién votar. https://bit.ly/1RJL0gM

De cara a las elecciones presidenciales de 2018, los comicios electorales del próximo 5 de junio son una excelente oportunidad para los partidos políticos de aprender y reconocer sus fallas, tal como lo fueron las del pasado 2015, lo que llama entonces la atención es porque algunos siguen actuando como si el electorado no les importará.

Es decir la información que divulgó la casa encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica, es sólo uno de los muchos estudios y sondeos que seguramente existen, algunos de ellos mandados a hacer en exclusiva para uso interno de los partidos políticos, con la finalidad de contar con la información correcta para la toma de decisiones. Entonces, por qué si saben y reconocen ante la opinión pública que el electorado mexicano está fastidiado, cansado y harto de la guerra sucia, ¿siguen fomentándola?

Hay que decirlo, en este proceso electoral, a pesar de la reforma político-electoral de 2013, la guerra sucia fue una constante, no exclusiva de un partido o candidato, porque casi todos, dependiendo de las condiciones participaron en este tipo de campañas negativas, que adquieren este calificativo porque se centran en hablar del adversario, generalmente en contra, en lugar de hablar sobre las fortalezas o propuestas propias.

Esto último es lo verdaderamente preocupante, ya que confunden terriblemente al electorado, que a últimas instancias ya no sabe por quién votar, es decir, no conoce las propuestas y estrategias para gobernar del candidato o la ideología del partido, en lugar de ello, está al tanto de todos los aspectos negativos, oscuros o desagradables de los candidatos, aunque estos no sean siempre verdaderos o sólo sean una representación disfrazada de la realidad.

Las propuestas que evidentemente estuvieron presentes durante todo el proceso electoral, fueron eclipsadas por la denostación mediática, para ello el uso de las redes sociales ha resultado ser una excelente herramienta, en ellas circulan toda clase de videos y audios editados, imágenes distorsionadas y fuera de contexto, memes y hashtag denigrantes, discriminatorios y humillantes, en fin, toda está “información” en nada abona a verdaderamente informar al electorado mexicano.

El publicista Eric Castillo Falcón, especialista en campañas políticas advierte que los peligros de las campañas negras o la guerra sucia es que los mexicanos “no están listos para discernir entre un mensaje congruente y otro manipulado para dañar a un adversario”. Es decir, que uno de los elementos fundamentales de este tipo de campañas es crear un enemigo, para lo cual el político necesita una construcción discursiva del adversario a vencer, basado en valores ideológicos y culturales que puedan mover emociones fuertemente arraigadas en el llamado imaginario social, así fue como en el proceso electoral de 2006, se vendió, y con gran éxito, la idea de que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México.

La diferencia es que a 10 años, el electorado mexicano ha madurado, entonces ante la guerra sucia, muchos podrían optar por el abstencionismo o el voto nulo, el cual de acuerdo a las estadísticas no ha dejado de aumentar, por ejemplo, en las elecciones intermedias del año pasado fue del 53% de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), lo cual representa costos enormes, no solo económicos, también en términos de credibilidad y legitimidad institucional.

De modo que el gran desafío de los partidos políticos y los candidatos para las elecciones de este 2016 y las presidenciales de 2018, es combatir el abstencionismo, la indiferencia y la falta de confianza de los ciudadanos en la clase política y las instituciones. Para el domingo faltan cuatro días, pero quienes aspiran a ganar en dos años tienen más de 700 días para reflexionar y pensar en lo que el electorado mexicano realmente requiere y merece.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación. simon@inprincipioeratverbum.com.mx @simonvargasa facebook.com/simonvargasa Linkedin: simón-vargas-aguilar www.inprincipioeratverbum.com.mx *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n