Toledo, con su rica historia, es una ciudad imperial, el hogar de El Greco y una urbe que alberga tres culturas. En el año 193 a.C. fue conquistada por los romanos, quienes la nombraron Toletum, cuyo significado es “levantada en alto”, pues la ciudad se alza majestuosa sobre una montaña, a 100 metros sobre el río Tajo.
En el siglo VI se convirtió en la capital del reino visigodo y en 711 fue conquistada por los musulmanes, quienes le llamaron Tulaytulah. En esta época prosperó una importante comunidad judía que llamaba a la ciudad Toldoth. Las tres comunidades o culturas (católica, musulmana y judía) convivieron muchos siglos en aparente armonía.
En la ciudad se construyeron mezquitas y escuelas y pronto se convirtió en un importante centro de traducción de textos griegos y latinos al árabe.
En 1085 Toledo fue conquistada por Alfonso VI y se volvió la capital de Castilla y León. Vivió una etapa de gran esplendor, convirtiéndose en la capital del imperio de Carlos I. En 1561 la capitalidad del imperio se cambió a Madrid y Toledo comenzó un periodo de declive.
A menos de 80 kilómetros de Madrid se encuentra Toledo, una joya histórica accesible en tren desde la estación de Atocha. En esta ciudad, famosa por su producción de espadas y damasquinados, así como por sus deliciosos mazapanes, encontrarás una variedad de souvenirs para llevarte a casa.
Tampoco puedes dejar de probar el lechón asado, una especialidad culinaria que deleitará tu paladar durante tu visita a esta encantadora ciudad.
Catedral de Santa María
Este templo gótico se construyó a partir de 1226 sobre la mezquita de la época de dominio musulmán. La fachada principal, ubicada frente a la plaza del ayuntamiento, es una obra de arte. Toda la catedral es una obra de arte, de hecho le dicen “la rica toledana”. Hay algunas cosas que no te puedes perder: la fachada principal con Las puertas del perdón, El juicio final y la de la izquierda, El Infierno. No dejes de prestar atención a los detalles esculpidos en piedra, pues representan escenas bíblicas y figuras de santos. Al interior, visita la capilla mayor y el retablo que está dentro de éste. Un ejemplo majestuoso del Renacimiento español es El coro, tallado en nogal. Además, la sacristía conserva pinturas de El Greco, Tiziano y Rafael de Sanzio. Es aconsejable que subas a la torre del mirador, donde tendrás una vista inmejorable de la ciudad.
Casa de El Greco
El pintor Doménikos Theotokópoulos, mejor conocido como El Greco, nació en 1541 en la isla de Creta, que en esa época estaba bajo dominio veneciano. En sus primeros años aprendió la técnica de pintura de íconos. Más tarde vivió en Venecia, en donde conoció la pintura renacentista y la influencia de gente como Tiziano y Tintoretto. En 1577 decidió probar suerte en Toledo, que era la capital imperial. Su pintura se caracteriza por figuras alargadas, de colores intensos y el uso de la luz como elemento simbólico. La casa de El Greco tiene una selección de obras originales como la escultura de La Virgen con el niño y pinturas como Las lágrimas de San Pedro.
Judería de Toledo
Es uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad. Es H2un laberinto de callejuelas estrechas y sinagogas antiguas. El barrio floreció durante la Edad Media, cuando Toledo tenía una de las comunidades judías más importantes de Europa. En 1492, los judíos fueron expulsados de España, pero su legado se mantuvo en la judería. Hay dos edificios que debes visitar en este barrio: la sinagoga de Santa María, construida en el siglo XI, y que ahora es una iglesia católica, y la sinagoga del Tránsito, una de las más bellas y mejor conservadas de España.
Alcázar
A pocos pasos se encuentra este magnífico edificio histórico. Su construcción inició en el siglo XI. El vocablo árabe alcázar (al Qasar) se refiere a residencias reales fortificadas. El de Toledo sirvió a los taifas y posteriormente de los reyes cristianos. Es un recinto cuadrado de 60 metros por lado y cuatro torres de igual medida con remates de pizarra. Durante el reinado del emperador Carlos I, éste recibió a Hernán Cortés y a Francisco Pizarro tras la derrota de los aztecas y de los incas, respectivamente. En varias ocasiones ha sido incendiado y reconstruido. En 1936 fue el centro de una importante batalla al inicio de la Guerra civil española. Actualmente alberga al museo del ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Museo de Santa Cruz
Si llegas por tren, tu entrada a la ciudad será a través del puente y la puerta de Alcántara, construida en el siglo X por los árabes. A poca distancia te encontrarás con este museo cuyo edificio fue construido entre 1514 y 1535 para servir como orfanato. La puerta de la fachada es de estilo plateresco y muestra escenas bíblicas, aunque hay una representación del obispo que mandó a construir el edificio, arrodillado, y santa Elena tomando la cruz. El interior del museo tiene forma de una cruz griega. Subir al segundo piso del museo es una gran experiencia, pues desde ahí se observa la distribución del edificio. El museo concentra arte de la ciudad y una importante colección de cuadros de El Greco, entre los que sobresalen La Verónica y La Transfiguración.
› Esta es una tierra de tradiciones que deleita con su exquisita gastronomía, desde sus famosos mazapanes hasta el inigualable lechón asado
A sólo 80 kilómetros de Madrid, Toledo es accesible en tren desde Atocha, revelando sus tesoros históricos y artísticos.