Nueva secretaría da esperanza a la comunidad científica

20 de Septiembre de 2024

Nueva secretaría da esperanza a la comunidad científica

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Foto: Cuartoscuro

Rosaura Ruíz sería la titular del nuevo organismo
Foto: Cuartoscuro

El anuncio de Sheinbaum de una Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación coincide con demandas del sector

La noticia de que en la próxima administración habrá una Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación y de que su titular será la bióloga Rosaura Ruiz Gutiérrez fue recibida con alegría y esperanza por la comunidad científica, incluyendo a quienes más critican el desempeño que ha tenido el Consejo en estas materias (el Conacyt), aunque sin dejar de lado ciertas precauciones.

De entrada, “elevar los temas (de ciencia, tecnología e innovación o CTI) a nivel de secretaría les da fuerza dentro del gabinete para la consecución de recursos y gestiones entre áreas”, le dijo a ejecentral la biotecnóloga Brenda Valderrama.

De hecho, Valderrama participó, junto con muchos otros autores en la elaboración del libro Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia, tecnología e innovación en México, publicado en enero de 2024, donde se analiza a fondo no sólo la posibilidad de hacer una secretaría de este tipo, también cómo poder implementarla.

“Ya dieron el primer paso… y el más díficil”, añade Gabriela Dutrénit, experta en temas de innovación de la UAM Xochimilco, coautora del mencionado libro y que, como integrante de la organización ProCiencia, participó en la redacción de un comunicado dirigido a quienes aspiraban a la presidencia y en el que se proponían acciones para mejorar el sistema de CTI en México.

El comunicado, publicado el 17 de abril de este año, no pedía a las candidatas y el candidato que se comprometieran con la creación de una secretaría de estado, pero sí “planteamos un conjunto de compromisos que eran indispensables para que el sector pueda empezar a revivir”, comentó Dutrénit.

“No pusimos la secretaría porque pensamos que era una decisión compleja”, agrega, pero sí propusieron que para cumplir con los compromisos específicos que les parecieron imprescindibles, se valorara la creación de una secretaría de estado.

Rosaura Ruíz, la titular ideal

Es una persona ideal para el cargo, no me cabe la menor duda”, dice Dutrénit sobre la designación de Rosaura Ruiz como la futura secretaría de HCTI: “Es cercana a la futura presidenta, fue presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, formó parte del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (desaparecido en la actual administración), fue la titular de la Sectei (Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México)…”

Dutrénit agrega que después de la entrega del comunicado “nos reunimos con ella varias veces y bueno, el primer paso de la propuesta y el más difícil, que era crear la secretaría, procedió. Entonces bueno, yo espero que se siga avanzando en esta dirección”.

“Todavía tenemos oportunidad de reconstruir el sistema científico mexicano. Dos sexenios no los aguantamos”.
Brenda Valderrama, Instituto de Biotecnología de la UNAM.

Los pendientes

“El verdadero reto es saber si tienen los elementos y acompañamiento para transitar de una visión local a una nacional con respeto al federalismo y la libre determinación de los estados en materia de educación superior, investigación científica y desarrollo económico”, comenta Valderrama, quien es secretaria de vinculación en el Instituto de Biotecnología de la UNAM.

Además de estar de acuerdo con lo anterior, Dutrénit añade que será importante que haya “respeto pleno de la autonomía de las universidades, institutos y libertad de investigación”. También señala que si sólo crean la secretaría, pero no crean un espacio de participación pública (como era el Foro Consultivo), pues no vamos a estar contentos”.

Las investigadoras coinciden en que será muy importante que se pueda aumentar el financiamiento a la investigación y el desarrollo tecnológico. “La verdadera pregunta es si van a tener los elementos presupuestarios y programáticos para resarcir el daño recibido durante el último sexenio. No nos han quedado claros los límites del discurso de la continuidad”, dice Valderrama.

De lo que no tienen duda es de que este primer paso empieza a reducir la polarización en el sector, “porque todos queremos trabajar juntos, todos queremos trabajar por el país, pero hay un mínimo de condiciones que se requieren de participación pública, de derechos humanos, de libertad académica”, concluye Dutrénit.